El primer objetivo ya está cumplido

Con buen pie comenzó el Cádiz B el año 2014. Desde el 10 de noviembre (4-0 al Mairena) no ganaba el filial cadista en El Rosal, escenario en el que Coria, Ceuta y Xerez habían sacado empates en las últimas fechas, y ayer la racha negativa acabó. Dos goles de Alberto y otro de Riki fueron suficientes para batir a La Palma, un rival voluntarioso pero demasiado blando, y colocar a los gaditanos segundos a la espera del fin de la jornada.

En un partido de guante blanco (el colegiado sevillano Pozo Osuna no mostró cartulinas amarillas), los locales controlaron desde el principio la situación. Bien es cierto que en la primera media hora únicamente tuvo Alberto, tras una vaselina que salió demasiado alta, una ocasión clara de peligro. También es cierto que José Antonio no pasó apuros.

Pero todo cambió a la media hora. Pepe Bermúdez no esperó al intermedio para cambiar lo que no le gustaba y dio entrada a Galindo y Carri por Juanmi y Jesús. Y la jugada salió bien. De hecho, instantes después de la apuesta, Alberto colocaba el 1-0 tras superar a Thorices, esta vez sí, con una vaselina (31’).

Mayor fue la algarabía amarilla cuando Riki anotó el segundo tanto tres minutos después. El delantero aprovechó una asistencia de Alberto para empujar el cuero al fondo de las mallas. Todo empezó con un desplazamiento de Carri.

El Cádiz B, liderado en la medular por Galindo, pudo incrementar su cuenta con dos nuevas aproximaciones de Riki, pero el marcador no se movió más en los primeros 45 minutos. Y eso que La Palma también merodeó la meta local en la recta final del primer periodo. Sin embargo, Guarte y Canito no aprovecharon las internadas de Álex por la izquierda.

Con el control de la situación

La sentencia pudo llegar al regreso de los vestuarios cuando Riki, tras dejar sentados a los centrales, estrelló el cuero en el travesaño. No fue así y los onubenses, cada vez más cerca del descenso, seguían con un hilo de esperanza al salvar Thorices a su equipo tras los intentos de Alberto, Theo y el participativo Carri.

Álex, Javi, Guarte y Canito (este último se quedó con la miel en los labios cuando Rubén Díaz despejó a córner despejó un balón que se colaba) pusieron en aprietos a José Antonio en una segunda mitad algo más disputada. Sustos que no pasaron a mayores y se quedaron en el olvido cuando Alberto, a placer, redondeó la faena en el último suspiro (88’).

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