Un fiasco millonario y doloroso

Los que quieran argumentar la torpeza gestora del PSOE al frente de la Junta de Andalucía tienen muchos ejemplos a mano. Durante los últimos 34 años han sido muchos los planes frustrados que se han amontonado para lograr que esta tierra siga a la cabeza de todas las clasificaciones desastrosas y a la cola de todas las que hablan de riqueza, progreso y empleo. Pero por más grande que sea ese listado, será difícil encontrar una muestra mejor de esa impericia que el Plan Bahía Competitiva. Fue presentado en 2007 con todo ese aparato propagandístico que la administración autonómica se ha acostumbrado a manejar. Manuel Chaves, por entonces presidente, llegó a repetir aquello de que Cádiz se convertiría en la California de Europa. Las empresas lloverían, la tecnología brotaría de los árboles y los trabajadores tendrían que sacudirse las ofertas de empleo, cada una más generosa que la anterior. Ese proyecto tenía seis años de recorrido. De 2007 a 2013. Es decir, acaba hoy. El resultado real del edén virtual anunciado por los socialistas es un reguero de escándalos, varios casos abiertos por posibles corruptelas y desviación de subvenciones, en suma, 21 millones de euros de todos los ciudadanos tirados a la basura.

Con ser desastroso el balance, hay una conclusión aún peor. De la veintena de empresas que llegaron a anunciarse, instalarse o funcionar ni siquiera dos siguen abiertas. En ambos casos, con sus plantillas en pie de guerra por una situación financiera dificilísima. En definitiva, que en la provincia que más lo necesita, todo ese dinero, todo ese tiempo y toda la palabrería no han servido para crear empleo. Hoy hay más parados y menos empresas que cuando nació Bahía Competitiva. Esos son sus números.