¿Y el dinero?

Las prisas no son buenas consejeras y te impiden realizar los controles pertinentes en cuanto a subvenciones públicas se refieren. Esta conclusión se puede sacar de la gestión realizada por la Junta a través del famoso Plan Bahía Competitiva.

Tras el cierre de Delphi, en febrero de 2007, el Gobierno andaluz ponía en marcha, en 2008, el mencionado proyecto industrial que tenía como objetivo reactivar la comarca. A través de multimillonarias ayudas, el Ejecutivo abrió las puertas de la provincia a aquellas empresas interesadas en instalarse aquí. Entonces, la Junta anunció la llegada de doce compañías, de las que, finalmente, sólo dos abrieron sus puertas: Alestis y Gadir Solar.

Ambas recibieron importantes ayudas públicas, pero el caso más flagrante lo encontramos en Gadir Solar. La empresa, especializada en paneles fotovoltaicos de última generación, se instaló en el polígono del Trocadero en 2009, unos terrenos por los que el grupo que la sustentaba, Aurantia, pagó 3,6 millones para luego revenderlos por 13,5 millones. 32 meses después de abrir sus puertas se marchó con lo puesto y un poco más recaudado, según los sindicatos, gracias a las ayudas que durante el poco tiempo que estuvo en la Bahía fue recibiendo: 10,2 millones de euros del ‘plan reindus’, del Ministerio de Industria; 909.000 euros, procedentes el Servicio Andaluz de Empleo; 5,5 millones, de la famosa Agencia IDEA, y 14,6 millones que esta misma agencia le inyectó para que aceptase venir a la provincia.

Y es precisamente esta última cifra, la que la Junta reclama a Gadir Solar desde hace un año. Y mientras ni la empresa, ni el grupo empresarial que la respalda explican dónde está el dinero, los 196 trabajadores que fueron despedidos sin finiquito después de que la compañía fuese a concurso de acreedores continúan sin cobrar lo que les deben.

Lo idóneo sería que estas situaciones sirviesen para hacer las cosas mejor la próxima vez... o no.