Un superhéroe en Camposoto

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando hay 55% de jóvenes en paro. Cuando la gente de astilleros se tira al asfalto un día sí y otro también gritando que quieren trabajar. O lo hacen los médicos, o tu hijo, tu hermano o tu primo... Cuando la paga de la abuela es la que rescata a la familia y ya no es al revés y el drama ya quita el sueño a millones de personas en este país, cualquier información que nos dé un poquito de aire entre tanta lágrima viene siempre bien. Nos enseña, nos da una lección de vida y muchas ganas para seguir tirando hacia adelante.

Es lo que ha ocurrido esta semana con la historia de un pequeño isleño de cinco años que ha entrado directamente en el corazón de toda España. Se llama Antonio pero todos lo llamamos ya Super Antonio. «Cuando nos planteamos si tenía que estar en este colegio, no hubo duda. Tenía que estar con niños como él». La profesora de este ‘Príncipe de Camposoto’ y todo el centro apoyaron la idea. Y no se equivocaron. Porque, sí, Antonio es un niño como los demás. Con una discapacidad pero un niño dispuesto y con todo el derecho también a aprender, reír, llorar, soñar, jugar... Y además, del que aprender aunque a veces haya que dedicarle un poquito más de tiempo. «Mamá ¿por qué lloras?No pasa nada», le llegó a decir a su madre una vez. Para Antonio, no pasa nada. Sólo eso ya explica todo lo demás.

La historia, retratada en un vídeo excelente, realizado por la Unión de Parálisis Cerebral (Upace) de San Fernando con la colaboración de la productora jerezana Estamosrodando, está dando la vuelta al mundo y ya tiene más de medio millón de visitas en YouTube. Simplemente porque cuenta algo tierno, positivo, de verdad. De esas historias que a un periodista da gusto contar, porque pasa muy de vez en cuando.

Y es que no hace tanto tiempo los niños con parálisis cerebral no iban ni a clases. Se les tenía ocultos en casa como si ellos fueran los primeros culpables de su propia desgracia cuando lo único que se conseguía así era matarlos en vida sin dejarles una salida. Pero, afortunadamente, se ha avanzado. Actualmente, hay unos 6.000 ‘antonios’ escolarizados en diferentes centros de la provincia de Cádiz. Más de medio millar de historias de las que, seguramente, podamos aprender.