Actuaciones más radicales

«Hay demasiadas familias que ya están pasando verdaderas necesidades, por lo que están desesperados. Muchos son ya incontrolables y no sabemos qué pueden ser capaces de hacer. Cuando estás contra la pared te tiras al cuello del primero que pasa». En estos términos se expresaba ante los medios de comunicación uno de los representantes de los ex trabajadores de Delphi. Un colectivo que afirma estar ya «harto de promesas» y que esta misma semana ha anunciado una radicalización de sus protestas, que además realizarán «por sorpresa». De hecho, ayer mismo se plantaron a las puertas del hotel donde PP y PSOE trataban de sentar las bases para una estrategia común para la provincia y mostraron su indignación con su situación.

Sin duda, los ex Delphi son un colectivo especial.Su empresa cerró justo antes de que comenzara la crisis, cuando el gobierno socialista –tanto nacional como autonómico– despilfarraba el dinero sin miramientos. Tanto, que el entonces presidente Manuel Chaves les prometió en persona que buscaría soluciones a los más de 3.000 despedidos de la factoría. Y se lo puso por escrito. No contaba con que poco más tarde el país entraría en una brutal crisis en la que aún anda inmerso de lleno. Y la Junta ya no puede cumplir sus promesas de cursos remunerados y recolocaciones.

Pero los extrabajadores de la compañía estadounidense se agarran a lo que se les prometió, incluso han dado muestras de renunciar a buena parte de esas promesas para tratar de buscar soluciones reales que se ajusten a la actual coyuntura. Soluciones que no llegan. De ahí esa anunciada radicalización de sus acciones de protesta. Cabe pensar que la sangre no llegará al río y que imperará la cordura, pero la advertencia ya está lanzada y esperemos que no haya que lamentar ninguna desgracia.