Drexler lleva al oyente al centro de la composición

Un laboratorio musical en el que los usuarios siempre conseguirán, sean cuáles sean sus decisiones, un armonioso resultado. Así se podría definir 'n', el último trabajo que Jorge Drexler presentó este jueves en Madrid. Se trata de una aplicación para dispositivos móviles -desarrollada junto a Wake app!, Samsung y Warner- que permitirá al usuario transformar las letras del cantautor uruguayo consiguiendo miles de finales alternos. “Es una compilación de canciones combinatorias”, explica Drexler. “No tienen una versión definitiva sino que cada una de las canciones son modificables por el oyente creando su propia versión”, continúa.

“Desde hace más de 120 años la música ha estado enlatada y solo se ha podido dar al play, al stop, subir o bajar el volumen. Ahora hemos convertido la música en software y en una experiencia”, aseguró Jacobo Bergareche, consejero delegado de Wake app!, otro de los grandes impulsores del proyecto junto a Drexler.

El que fuera ganador del Oscar en 2005 por el tema de 'Al otro lado del Rio' ha compuesto tres temas específicamente para este soporte. La primera de ellas 'Habitación 316', narra el encuentro de dos desconocidos en una habitación de hotel y pretender reflejar “lo elástico” de la memoria y como la percepción de un mismo hecho varías según las circunstancias. Para ello, Drexler ha compuesto 19 estrofas cortas y otras tantas largas que riman a la perfección sea cuál sea la combinación escogida.

El próximo 11 de diciembre se lanzará 'Madera de Deriva', grabada con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, invita al usuario a moverse para ir desbloqueando a través de la geolocalización del móvil los distintos instrumentos musicales con los que luego podrá configurar a su gusto la melodía para acompañar la cálida voz del uruguayo. Por último llegará 'Décima a la décima', para el que ha contado con la colaboración de Kiko Veneno o Residente de Calle 13, entre otros. En un futuro -tal y como aseguran sus creadores- la aplicación está preparada para ampliar su repertorio.

Las complicaciones del formato

“En todos los ámbitos de trabajo hubo mucha dificultad”, cuenta Jorge Drexler. “Cada canción de estas es como escribir cuatro o cinco de las tradicionales”, añade. Explica que los retos se han extendido desde la composición de las letras -por ejemplo, en el tercer tema tuvo que escribir cien versos “que casasen” sintacticamente entre todos ellos- hasta la programación, “puesto que es algo que no se había hecho en ningún lugar del mundo”.

Drexler reconoce que este nuevo formato “va a resultar extraño” y cuenta con la idea de que se tardará en entender cómo funciona. Lo compara con el efecto que en su momento tuvo la irrupción del videoclip: “En este caso, las canciones son una experiencia. La diferencia con el videoclip es que este no cambia el formato. Ahora las canciones son canciones líquidas, canciones abiertas, canciones flexibles”.

“La relación entre tecnologías y disciplinas artísticas va muy despacio”, analiza el artista .“Hubo un tiempo que todos miramos con desconfianza en un principio a algo que rompía el 'status quo' y no nos permití vivir de la grabación de discos pero poco a poco uno va aprendiendo que tiene que convivir con eso y que la canción sobrevive a todos los cambios tecnológicos”, argumenta sobre la tirante relación que han mantenido en el años recientes la industria musical con el fenómeno de internet.