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Llegan los primeros clientes al Parador

Serán huéspedes especiales y touroperadores los primeros en probar las instalaciones, antes de su apertura, fijada para el 1 de septiembre

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Alrededor de este mediodía han llegado los primeros clientes al 'nuevo' Parador. El hotel da hoy un paso más para su reapertura, fijada para el 1 de septiembre. Lo hace para descontar los pasos de recuperación del pulso de un edificio clave para la hostelería y los eventos sociales de la ciudad. El segundo Parador más antiguo de España (se inauguró en pleno crack de 1929) y el más moderno de la Red acoge este fin de semana a sus primeros huéspedes, después de que cerrara sus puertas el pasado octubre de 2009. Serán clientes de confianza y touroperadores los encargados de probar las habitaciones y los servicios de un hotel de cuatro estrellas, pero con máximas calidades.

Lo hacen envueltos en el silencio, con la intención de mantener la sorpresa de la inauguración oficial. De hecho, desde el Atlántico no quisieron aportar ayer el número de huéspedes que llegarán hoy al hotel. Será un número muy reducido que ayudará al rodaje que, desde hace días experimenta el hotel. De hecho, los 65 trabajadores llevan días incorporados a sus puestos de trabajo. Ayer mismo, se afanaban en realizar las últimas labores de limpieza y desbroce de las palmeras exteriores. Además, se retiraron las vallas de obras de la fachada principal del hotel. Se trata de los últimos retoques a unas obras que comenzaron a principios de 2010 y que han supuesto una inversión total de 30 millones de euros.

Los trabajos aún continúan en la urbanización del nuevo paseo ganado junto al mar, gracias al retranqueo del edificio. Mientras, en el interior el restaurante y bar-tapería ha comenzado a funcionar a medio gas, para ir sumando más platos a su carta en los próximos días. De hecho, tanto esta zona de restauración (con terraza incluida es la más grande de los paradores españoles), como los salones y zonas abiertas al público es el principal atractivo de un establecimiento, pensado para estar abierto a la ciudad. Se trata de miles de metros cuadrados de servicios destinados a la ciudad y eventos de todo tipo. A eso se suma una segunda planta con un spa y cuatro piscinas exteriores y una interior.

El edificio vanguardista, donde prima el acero, el cristal y la luz, reserva la tercera planta para 68 habitaciones dobles, 36 de matrimonio, dos accesibles y 18 junior suites. Además, el hotel posee un aparcamiento para clientes del hotel de 140 plazas. Instalaciones que un escogido grupo probará desde hoy y hasta el 1 de septiembre. Mientras, la sorpresa se guardará, ante una expectación creciente por conocer las dependencias de un Atlántico que se reinventa a sí mismo por tercera vez.