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Trabajadores del Hotel Monasterio San Miguel piden «auxilio político y social»

Los 80 empleados buscan soluciones para no perder sus puestos de trabajo

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El comité de empresa del Hotel Monasterio San Miguel de El Puerto de Santa María, compuesto por CCOO, ha lanzado esta mañana una llamada de "auxilio político y social" para evitar el cierre del establecimiento como pretende su propietario y, con ello, la pérdida de los más de 80 puestos de trabajo de su plantilla --entre fijos y eventuales--.

El presidente del comité de empresa, Feliciano Domínguez, ha asegurado que el Monasterio funciona con normalidad, todas las nóminas y los pagos a proveedores están al día, y debería tener la rentabilidad asegurada, con más de tres mil reservas para el presente mes de abril y nueve mil hasta finales de año, lo que se traduce en unos quince mil visitantes. El secretario local de Comisiones Obreras, José Rodríguez, han insistido en que el Hotel Monasterio no genera pérdidas. «Pero la especulación por los asuntos inmobiliarios de Jale se ha cargado este hotel y los demás del grupo». En esta línea se ha pronunciado el secretario de acción sindical, Jesús García, quien culpó directamente a López Esteras de la situación. «Ha endeudado la cadena hotelera al haberla utilizado para cubrirse las espaldas de sus negocios inmobiliarios».

En concreto, el responsable sindical ha explicado que la administradora Urbas y el BBVA Renting han estado "a punto de cerrar un acuerdo" para que el grupo bancario recuperase el hotel, pero finalmente no se ha cristalizado. Y ha señalado que el comité, después de conocer la situación, ha escrito una carta a la juez y ha conseguido una prórroga de la entrega del mismo, prevista inicialmente el 26 de marzo, hasta el próximo 16 de abril. El comité de empresa se han reunido con el alcalde, Enrique Moresco, el concejal de Urbanismo, Diego Muñoz y el diputado nacional, Alfonso Candón. Los tres se han comprometido a hacer todo lo que esté en sus manos para que el hotel no cierre.

Historia del declive

Los trabajadores señalaron que el declive del hotel comenzó en el año 2008, cuando el Grupo Jale -concretamente la Inmobiliaria Amuerga- lo vendió a la entidad bancaria BBVA por 24 millones de euros, en la modalidad de renting. Esto significa que pasados diez años el grupo empresarial tendría la oportunidad de recomprarlo por 17 millones. Entretanto, BBVA lo alquiló a Hoteles Jale y todo quedó en casa. «Para López Fue una forma de obtener liquidez para saldar deudas. Pero con unas condiciones que se sabía que no podrían satisfacer». Y es que la renta mensual asciende a 178.000 euros más las subidas anuales del IPC.

Finalmente, los representantes sindicales han hecho un llamamiento por si alguna empresa o inversor puede estar interesado en continuar con este negocio hotelero.