Trabajadores de Visteon en la entrada de la planta de El Puerto
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Los trabajadores de Visteon luchan contra el cese de actividad en la planta

«Estamos intentando valorar el daño productivo y logístico, pero el psicológico es más complicado. Hay muchos compañeros hundidos», explica Bartolomé Bruzol

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Una semana después de que Visteón anunciara el cierre de su filial en El Puerto, sus 396 trabajadores luchan, organizándose entre ellos y sin directivos, contra el cese de la actividad en la planta, mientras elaboran una informe de su situación para la Inspección de Trabajo.

«Vamos a luchar a muerte por mantener la actividad», ha comentado hoy Bartolomé Bruzol, presidente del comité de empresa de la planta y una de las personas que forman una suerte de gabinete de crisis para tratar de que la vida continúe en la factoría, en la que, por ejemplo, se han cortado algunos de los sistemas de comunicación que ponen en funcionamiento los mecanismos de producción y se han interrumpido las comunicaciones con proveedores y clientes.

Los trabajadores están a la espera de la reunión que mañana por la tarde mantendrán en Sevilla directivos de la multinacional desplazados desde el Reino Unido y autoridades de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

El consejero andaluz de Economía, Antonio Ávila, ya se quejó del fondo y de la forma con los que la multinacional había adoptado y anunciado el cierre, sin informar a las autoridades, emitiendo un comunicado de prensa y llevando a un hotel por sorpresa en un autobús y como secuestrados, en palabras de Bruzol, al comité de empresa para comunicarles el final definitivo de la planta.

El mismo día del anuncio del cierre y casi al mismo tiempo en el que el comité de empresa daba la noticia en una asamblea a los trabajadores, Visteón cortó los sistemas de comunicación, con base en Estados Unidos, que ponían en funcionamiento los mecanismos de producción en la planta.

Las comunicaciones se han restablecido en parte, pero los trabajadores y los ingenieros de la planta elaboran un informe sobre sus dificultades para trabajar para remitirlo a la Inspección de Trabajo, ya que el pasado lunes el delegado de Empleo en Cádiz, Juan Bouza, dijo que denunciaría a la Fiscalía a la empresa si, con estas acciones, estaba incumpliendo una de sus obligaciones, dar ocupación a sus operarios.

«Hay unas normas, unas leyes en toda España y también en Andalucía, que le afectan igual a una empresita de un gaditano que a una multinacional de Estados Unidos», comentó Bouza, que mañana asistirá a la reunión con los responsables de Visteón .

Desde el anuncio de cierre, los representantes de los trabajadores han recabado el apoyo de los distintos partidos políticos y del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, en unas primeras movilizaciones que les han llevado a convocar mañana una manifestación en El Puerto de Santa María.

Aunque los trabajadores están descabezados, porque el mismo día del anuncio del cierre cesó el equipo gerente de la planta, continúan en la factoría saliendo al paso de dificultades técnicas y materiales que cada vez les dejan más constancia de que la producción está siendo desviada a plantas de Visteón en otros países, como Hungría, según el presidente del Comité de Empresa.

«Esta mañana ha llegado al muelle de Algeciras un cargamento de componentes y han dado la orden de que el producto se desvíe para que no llegue a El Puerto», comenta Bruzol.

«Es difícil describir el ambiente, estamos intentando valorar el daño productivo y logístico, pero el psicológico es más complicado. Hay muchos compañeros hundidos, intentamos apoyarnos los unos y los otros, pero la situación es bastante desagradable», ha añadido