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Países exóticos y poco conocidos despiertan nuestra curiosidad y soñamos con adentrarnos en sus selvas, desiertos y parajes de película, pero esto tiene un problema: los riesgos sanitarios que en ellos nos pueden aguardar, ya que siguen siendo América del Sur, el Asia Meridional y el África Subsahariana los destinos preferidos, según la Organización Mundial del Turismo.

En este caso, y a pesar de que ha habido una subida del 1,01 por ciento entre el 2009 y el 2010 de viajeros que han pasado a vacunarse en algunos de los Centros de Vacunación Internacional (CVI) autorizados por el Ministerio de Sanidad, aún falta concienciación sobre las medidas preventivas que hay que tener antes, durante y después del viaje.

Tan solo en el Hospital Carlos III de Madrid, centro de referencia para enfermedades tropicales y del viajero, hubo un incremento del 39 por ciento entre los años 2005 y 2009 de personas que regresan con enfermedades tropicales.

La doctora Dolores Herrero, especialista en Medicina Tropical y del Viajero del Carlos III, insiste en la necesidad de preparar el viaje con una antelación de al menos mes y medio o dos meses, ya no sólo por la gran demanda que durante estos meses hace que las citas se puedan demorar, sino porque ciertas vacunas pueden causar reacciones. Además, en el caso de vacunas como la de la Fiebre Amarilla, esta debe administrarse para ser efectiva al menos diez días antes de la fecha del desplazamiento.

Los 84 CVI que hay en España no sólo se ocupan de las vacunas, en ellos se facilita al viajero información individualizada sobre vacunaciones y quimioprofilaxis, medidas preventivas para el viaje, Certificado de Vacunación Internacional (Fiebre Amarilla) en caso de ser necesario, consejos para prevenir infecciones de transmisión sexual e información sobre otros riesgos relacionados con brotes epidémicos, enfermedades infecciosas o con alimentos y bebidas, insectos, altitud, clima, etcétera.

Hemos hablado de profilaxis, que es la forma de prevención para enfermedades que, como la malaria (también llamada paludismo) no cuentan con una vacuna aún.

Esta profilaxis, que consiste en la toma de ciertos medicamentos que varían dependiendo de la especie de parásito a la que nos vayamos a enfrentar en el país de destino, del riesgo que vayamos a asumir y de nuestros antecedentes, puede comenzar en algunos casos días antes de salir de viaje.

En el caso de la Malaria, enfermedad provocada por un parásito que transmite la hembra del mosquito Anopheles a través de su picadura y que puede ser mortal si no se trata a tiempo, esta se ha convertido en la enfermedad grave más frecuente con la que el viajero regresa del viaje.

A pesar de la gravedad, existe un problema importante, como indica la doctora: «Nos encontramos a diario con gente que tiene ideas preconcebidas sobre la medicación de la malaria a la que se le achacan muchísimos efectos adversos que realmente no tiene, o no al menos en la forma en la que la gente lo cree, de modo que muchos no se toman la profilaxis por este motivo. Por ello, es importante saber que la profilaxis indicada se compone de medicamentos perfectamente contrastados y de seguridad».

Seguros de viaje

La especialista también incide en que «es absolutamente esencial viajar con una cobertura sanitaria. Aquí estamos acostumbrados a nuestra Seguridad Social, pero no en todos los países el sistema sanitario funciona igual. Todas las compañías de seguros dan la posibilidad de hacer una póliza de cobertura sanitaria en el exterior y esa es en otra de las cosas donde no merece la pena ahorrar. Puede que no nos haga falta, pero si llegáramos a necesitar un transporte en avión medicalizado eso tiene unos costes que no son soportables por un sueldo normal».

Sin pensar en esos casos más graves, sigue siendo conveniente el seguro porque aunque en todos los países hay asistencia médica, al menos básica, esta puede facilitarse lejos de la zona donde estemos alojados o simplemente tener un coste elevado. Hay que tener en cuenta que en países como Cuba no se puede abandonar el país mientras exista una deuda pendiente en concepto de asistencia sanitaria.

Tanto es así que en la indicaciones que el Ministerio de Asuntos Exteriores da sobre la sanidad en los diferentes países recomienda llevar seguro de viaje con cobertura médica o, en su caso, ser portadores de la Tarjeta Sanitaria Europea.

Esta es un documento que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico, durante la estancia temporal en el territorio de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo y en Suiza, teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones y la duración de la estancia, de acuerdo con la legislación del país de destino. Cuando haya problemas de tiempo, ya que la entrega de este puede demorarse hasta un plazo no superior a 10 días, se podrá pedir un Certificado Provisional Sustitutorio (CPS).

¡Hemos llegado!

Provistos con todo lo necesario, llegamos a nuestro destino. Pero tampoco ahora podemos dejar de observar ciertas precauciones y tener en cuenta que los aborígenes podrán hacer cosas que, sin embargo, nuestro cuerpo no resistiría por estar acostumbrados a otras condiciones higiénicas y de salubridad.

Las principales normas a tener en cuenta son: tener cuidado con los vectores que transmiten enfermedades, que esencialmente van a ser mosquitos, garrapatas, agua y alimentos; precaución con la luz solar y con los accidentes de tráfico.

«Muchos viajeros tienen que ser hospitalizados o fallecen por accidentes, de hecho es esta la causa más frecuente de muerte cuando viajamos. Lo que hay que hacer es no ir en vehículos que no respondan a unas normas de seguridad o con conductores con los que aquí, que tenemos mejores carreteras, no montaríamos», matiza Herrero.

Con el fin de minimizar el riesgo de diarreas, una de las enfermedades más frecuentes del viajero, se recomiendan estrictas normas de higiene como: lavarse las manos antes de comer, beber agua embotellada, evitar los zumos naturales y cubitos de hielo, consumir fruta pelada por nosotros y verdura lavada y desinfectada convenientemente.

Si a pesar de todo sufrimos de diarrea, se recomienda reponer la pérdida de líquidos con una solución de agua y suero. En las farmacias locales de muchos sitios pueden adquirirse paquetes de suero en polvo, aunque ante la duda es aconsejable ir provisto de ellos.

Ojo con los insectos y el sol

El uso de repelentes para mosquitos e insectos está más que indicado en países en los que las picaduras de estos pueden ser, como poco, muy molestas. Más aún en un país en el que sabemos que haya habido brotes de dengue, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegpti y que en su forma hemorrágica más grave puede llegar a causar la muerte si no es atajada oportunamente, o en los que haya riesgo de malaria (da igual que estemos tomando el medicamento contra el parásito). En este último caso, es bueno tener en cuenta que los mosquitos portadores son de hábitos nocturnos, por lo que se recomienda extremar las precauciones por la noche y, de ser necesario, dormir con mosquitera o con algún sistema que repela los insectos.

Si tenemos intención de adentrarnos en la selva, la ropa adecuada serán botas con una suela fuerte, pantalones largos, camisetas de manga larga y gorras o sombreros que nos cubran la cabeza. Y es que otro de los grandes riesgos son las insolaciones, golpes de calor, quemaduras en la piel y todos los efectos adversos que un sol más fuerte que al que estamos acostumbrados pueda ocasionarnos.

En países como Perú, uno de los países más demandados por los viajeros, hay que saber que en la sierra, por encima de los 3.000 metros, puede afectar el mal de altura o «soroche». Para ello se recomienda descansar cuando se llegue a un destino elevado, ingerir alimentos ligeros y tomar infusiones.

Se acabaron las vacaciones

Aunque por regla general todo ha ido bien y regresamos felices y soñando con las próximas vacaciones, podríamos hacerlo con algún síntoma de enfermedad. Si entre esos síntomas uno es la fiebre, la doctora Herrero recomienda acudir a urgencias porque podría estar producido por malaria y tiene que ser tratada de inmediato.

El Hospital Carlos III, al ser centro de referencia, atiende a gente de toda España derivada por sus servicios regionales de salud. Además, se puede pedir cita para la consulta de Medicina Tropical para tratamientos que no sean tan urgentes, como por ejemplo enfermedades cutáneas. Para ello, en este centro se le hace al paciente un estudio exhaustivo. Para aquellos que hayan pasado más de tres meses en el Trópico se aconseja pasar una revisión incluso aunque se encuentren bien.