Ricas, famosas... y acomplejadas

No soportaríamos a una diva sin complejos. Que en el fondo (y no tan en el fondo) nos revienta un poco esa fachada que lucen las chicas guapas de Hollywood, con sus trajes de noche y los paparazzis a sus pies. Que no se atrevan a apuntarle tan bajo a Angelina Jolie. Se apoya la actriz sobre unas ‘bases’ demasiado grandes para su gusto y si pudiera dice que «encogería» sus pies. Y su boca, que tanto morro le sobra: «Sé que muchas mujeres matarían por tener mis labios, pero yo noto que ocupan demasiado espacio en mi cara», dice la mujer de Brad Pitt. Su ex –la de Pitt– también vive ‘acomplejada’... por su pelo. Luce Jennifer Aniston una de esas melenas de anuncio de champú, pero confiesa que con el corte formal que llevaba en ‘Friends’ (y esa es la imagen con la que se han quedado los espectadores), se veía fatal. Con bastante más humor se toma Keira Knightley su busto escaso: «Me encantaría tener pecho, pero no lo tengo, lo mío son pectorales». Ella quiere más volumen y Victoria Beckham, que hace años se puso implantes, se ha cansado de tanta silicona y ha ordenador volver a abrir, pero para quitar. Dice que se notaba desproporcionada, y no le fallaba la vista. ¿Y qué le pasa a Lindsay Lohan? Pues que no puede con esas pecas que la aniñan y que no le van nada con su imagen de chica mala (Nicole Kidman también se quejaba de las pecas y dicen que recurrió a la cirugía para disimularlas). Más complejos, el dedo gordo –muy gordo– de Britney Spears, la altura –la poca altura, que mide 1,57– de Eva Longoria... Y uno inconfesable, el de Eva Mendes, que en una entrevista reconocía tener «muy poco cerebro». No vamos a ser nosotros quienes le quitemos la razón, que solo alguien con una «debilidad» así dice frases como estas: «Me parece que es sexy pertenecer a un hombre». Pero a un hombre inteligente, para compensar.