Cansados de la 'prensa rosa' y de ser protagonistas sin desearlo

Cansados y hartos de ser un objeto de burla para algunos medios de comunicación. No están dispuestos a que se sigan riendo de su forma de hablar, que es la misma que la que se tiene en todo Cádiz con pequeños matices que dan aún más grandeza al habla de Ubrique, o que se ponga en tela de juicio la honradez de todo un pueblo por lo que hayan podido hacer algunas personas. Los ubriqueños creen que el municipio ha aguantado ya demasiado y ha llegado la hora de que dejen de atacar a un pueblo que no merece el trato que está recibiendo.

Su alcalde, Javier Cabezas (PA), y todo la Corporación Municipal, sin distinguir entre andalucistas, populares y socialistas, han decidido preparar la honda que David empleó contra Golliat y exigir, simplemente, que se respete al municipio y a sus vecinos, con independencia de lo que hagan dos, tres, cuatro o diez vecinos que hayan decidido hacer de los platós de televisión su sustento de vida.

Para comprobar el malestar que existe en el pueblo basta con darse una vuelta por la Plaza del Ayuntamiento, la Avenida España, Los Callejones o cualquiera de sus barriadas, Andalucía, Antonio Vega, etc. Ayer todos estos rincones estaban inundados por cámaras de televisión que se estaban haciendo eco del malestar que tienen los vecinos y comprobando que las quejas que ha denunciado el Ayuntamiento son un clamor en el pueblo.

Con independencia de que valoren de una forma u otra el papel que algunos de los actores del circo mediático, que a diario montan algunos programas de televisión, desempeñan, el pueblo quiere que dejen de atacarle «dando una imagen distorsionada de la localidad», destacan en la declaración institucional que se ha hecho y refrenda la calle. Francisco Rodríguez, vecino del municipio, reconoce que en Ubrique hace tiempo que no se habla de otra cosa porque «ya está bien de atacar a un pueblo que lucha y trabaja como el que más, aunque eso no quite que haya gente buena y mala como en todos sitios».

«Ya era hora de levantar la voz y defendernos». Esa era la idea que ayer se extendía más por bares, tiendas, panaderías y mercado. Los ubriqueños han acogido de buen grado que sus gobernantes se hayan puesto de acuerdo para denunciar la situación e incluso algunos de ellos piden más dureza para llevar a cabo esta defensa. Francisco Dorado, otro ubriqueño, destacaba que «está muy bien que el alcalde esté denunciando lo que pasa», añadiendo que «si yo fuera el regidor de Ubrique se iban a enterar los que nos atacan de lo que es bueno porque Ubrique no merece el trato que nos están dando las televisiones».

Acogedor

Del carácter acogedor del pueblo daba fe Issam Kajavaji que trabaja de camarero en plena Avenida de España. «Desde que llegué a Ubrique he comprobado que la mayoría de la gente de este pueblo es buena, aunque es evidente que las hay de todo tipo, y a mí me han dado una acogida estupenda», destacó.

Este mismo fin de semana el municipio ha vuelto a ser testigo de que el acoso mediático que viven deja sin protagonismo a importantes eventos que vive la localidad. En concreto, ayer comenzaron a llegar al pueblo algunos de los 35.000 visitantes que hoy y mañana disfrutarán con la segunda prueba del motor más importante de la provincia, la Subida a Ubrique, solo por detrás del Mundial del Motociclismo.