juicio por el secuestro de sanlúcar

Raúl Brey asegura que no reveló el secuestro por «miedo»

La segunda sesión del juicio por el secuestro de Rafael Ávila ha concluído con la declaración de todos los acusados, entre ellos el primo de Mariano Rajoy, dueño de la finca donde se encerró al empresario | Uno de los captores ha relatado las condiciones en las que estuvo la víctima

Cádiz Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La segunda sesión del juicio de Rafael Ávila ha comenzado en la mañana de hoy con la declaración del resto de los acusados, después de que ayer el principal procesado, Luis Miguel Rodríguez Pueyo reconociera que ideó el secuestro.

Hoy se ha tomado declaración a Manuel Ibáñez, el empresario que supuestamente contactaba con la familia de Ávila para comunicarle a Pueyo su estado de ánimo, y que ha reconocido que si bien era amigo del secuestrador, "no sabía nada" del secuestro.

Tras él ha comenzado a declarar Raúl Brey Ábalo, primo del líder del PP Mariano Rajoy y dueño del chalé de Almonte donde fue retenido Ávila. A preguntas del fiscal, ha explicado que alquiló el chalé a Pueyo porque "iba a ir allí con unos extranjeros durante un mes", pero que descubrió el secuestro cuando ya se había producido. "Le dije claro que no estaba de acuerdo y que quería que se fuera de allí. Me dijo que se lo llevaría a Madrid, pero que pesaría en mi conciencia si le pasaba algo, porque hacía mucho calor", explicaba. "Me convenció, por miedo y amenazas, porque decía que tenía por allí un tirador... me callé y no hice nada. Pero le dejo muy claro que no tengo nada que ver", aclaró ante el tribunal. Según explicó, Brey fue socio de Pueyo en diversas empresas y ocupó cargos en ellas, pero las abandonó -según él- en 2005.

Se le acusa de participar en la custodia de Ávila. De hecho, el día de la liberación por la Policía fue detenido en el chalé. La fiscalía pide para él 22 años de prisión.

El trato Ávila

Tras la declaración Brey, llegó el turno del acusado José Antonio G., el joven que supuestamente custodió a Rafael Ávila en el chalé de Almonte durante los 16 días de cautiverio. Sin tapujos ha reconocido que participó en el delito, ya que era él quien daba de comer a Ávila y quien lo atendía. Sin embargo, negó que organizara el secuestro ya que, según él, se encontró con la situación cuando llegó al chalé. Relató que recogía el cubo en el que se hacían las necesidades y le curó las heridas que las esposas le causaron al empresario en las muñecas. Pero rechazó que entrara en el 'box' con una pistola de fogueo, como se le imputa.

En su testimonio, José Antonio G. ha implicado a Manuel I. R. y lo sitúa en el chalé el primer día del secuestro, el 3 de junio de 2008. Sin embargo, exculpa a Raúl Brey, al que se acusa de custodiar a Ávila. "En ningún momento Raúl entró".

Tras un breve receso, le tocó el turno al también acusado Luis Antonio R. S. -el día anterior declaró su hermano Luis Miguel R. S., que dijo ser inocente, a pesar de haber señalado directamente por su padre como la persona que hizo las llamadas de extorsión-. Luis Antonio (que vive en Sanlúcar) negó que hubiera pagado dinero a Rodríguez Pueyo (al que llama su tío) del premio de la lotería que ganó un año antes. "Amplié mi capital en la empresa, con 100.000 euros en enero". Aunque rechazó haber participado en el secuestro, reconoció que sospechó que su hermano estaba implicado cuando supo de él en Sanlúcar: "Sabía que tenía problemas, y cuando me enteré... lo supuse". Sin embargo, el fiscal puso una conversación mantenida con el hermano por teléfono, en el que se oye una grabación con la voz de Ávila. Ante esta evidencia, Luis Antonio explicó que sólo había llamado a su hermano porque sabía que "estaba amenazado", pero que no sabía que era Ávila.

También ha declarado Vanesa H. G, pareja de Luis Miguel R. S., acusada de ser cómplice del delito al haber participado supuestamente con su novio (con el que tiene una hija) cuando se hicieron las llamadas de extorsión a la familia de Ávila. Pero en el juicio ha señalado que desconocía aquella situación, que mantenía peleas con su pareja (con la que sigue manteniendo la relación), que fue testigo de una de las llamadas desde una cabina de Madrid, pero que no sabía de qué se trataba. "Si lo supiera lo habría denunciado".

Por último, ha pasado a declarar el hermano de Vanesa, José María H. G, que está acusado también de acompañar a Luis Miguel R. S. cuando se realizaron las llamadas. Pero dijo que no sabía nada del secuestro. “Me enteré cuando me detuvieron”, dijo.