opinión

Mesa de Concertación Social

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Es posiblemente uno de los mayores sinsentidos que se hayan producido en Jerez en mucho tiempo. En una ciudad cuyo principal problema y la mayor preocupación ciudadana es el paro, en la que la tasa de desempleo está alcanzando cotas más que vergonzantes y en la que las nuevas inversiones no son capaces de invertir la tendencia, resulta que la Mesa de Concertación Social lleva más de un año sin reunirse. Unos y otros pueden justificarlo de mil maneras –y seguramente cada uno lo haga convencido de sus argumentos– pero hace tiempo que dejó de valer cualquier justificación en este asunto.

Cierto es que, en su momento, empresarios y sindicatos pidieron que la Mesa de Concertación dejase de celebrarse durante un tiempo para «reflexionar». Evidentemente, tomaron esa decisión porque no estaban de acuerdo con cómo estaba actuando el Ayuntamiento en materia de empleo. Venían a decir que esos encuentros eran una auténtica pérdida de tiempo y que ellos no estaban para eso. Posiblemente no les faltase razón, porque la situación y los desencuentros habían llegado a un punto de no retorno.

Pero hete aquí que de un tiempo a esta parte han vuelto a sonar voces que reclaman que vuelva a convocarse la Mesa de Concertación para intentar atajar el problema del paro, voces que provienen principalmente del sector sindical y de partidos de la oposición. Y, claro, la alcaldesa, Pilar Sánchez, recuerda lo que pasó en su momento, que no fue ella la que decidió que dejase de celebrarse y que deben ser los que pidieron dejarla en suspenso quienes la convoquen formalmente otra vez. Vamos, algo así como estaría encantada, pero que deben ser los otros los que muevan ficha. Total, que unos por otros, por culpa de una especie de orgullo absurdo –o al menos eso dan a entender– nadie da el paso. Algo también difícil de justificar, sobre todo en el caso de la regidora jerezana por tratarse de la primera autoridad municipal.

Por mucha prisa que se den, es igualmente cierto que se trataría de poco más que un gesto de cara a la galería. No en vano, las elecciones están a la vuelta de la esquina y cualquier acuerdo al que pudiesen llegar podría quedar en papel mojado si cambia el gobierno del Ayuntamiento. Pero por lo menos serviría para sentar las bases de una ruta de trabajo. Y, sobre todo, para buscar una conciliación y un diálogo que Jerez precisa como el comer.

Por cierto, y hablando de elecciones municipales, existe un runrún cada vez más fuerte sobre los posibles resultados de una encuesta reciente realizada por el PSOE. Se habla de unos resultados pésimos para la formación socialista, motivo por el cual estarían tratando de mantenerlos en secreto. No sería, en cualquier caso, la única. Pedro Pacheco ha encargado otra. De la misma podría depender muy mucho su decisión final sobre si presentarse o no.