"Ellos tienen que gestionar"

Después de que Martín Mattos, vicepresidente del Xerez, Rafael Mateos y Christian Lobenstein anunciaran ayer que Federico Souza no estaba dispuesto a avalar los despidos de Antonio Fernández Monterrubio, Miguel Ángel Rondán, Antonio Poyatos y Jacobo Moreno, y que por ello el Consejo de Administración había decidido dejar en manos de los dos primeros las planificación de la temporada que viene, este mediodía le ha tocado el turno de explicaciones a los admnistradores concursales que han explicado algunos de los motivos por los que no se llega, de momento a un acuerdo entre todas las partes. El principal punto de fricción se sitúa en el modo de redactar las cartas de despido y la forma de proceder. Según su versión de los hechos, el grupo de Souza quería entregar una carta de despido procedente, aunque después tuviera que ser tratada en los juzgados, mientras que los administradores se negaban a ello, al igual que también negaban el tratamiento del puesto de Monterrubio como puesto de alta dirección "porque en enero le negaron los poderes". "Nosotros nos ceñimos estrictamente a la legalidad y a lo que creemos que es mejor para la sociedad", aseguran. El grupo de Souza también quisio negociar los despidos, pero los cuatro implicados se negaron, ya que lo único que quieren es cobrar el 100% de sus contratos. Eso sí, mando un claro mensaje a Souza y sus hombres. "Que no crean que van a ser meros espectadores y que van a supervisar lo que pasa. Eso nos compete a nosotros. Ellos tiene que gestionar". Además, confirmaron que ayer recibieron una llamada de Souza, que estaba con Gorosito, en la que les comentó la posibilidad que reconsiderar la posibilidad de avalar los despidos, aunque eso es algo que no ha terminado de concretarse.

Como tampoco han descartado la desaparición del club, ya que existe una posibilidad de que los acreedores no firmen el contrato que deben sellar con el Xerez en las próximas fechas y en tal caso la entidad entraría en liquidación y esto supondría la desaparición de la Sociedad Anónima, aunque se trata de una posibilidad muy remota.