La conexión ferroviaria proyectada para unir Cádiz y Algeciras sigue paralizada

Ni está ni se le espera. Al menos por ahora. Se ha convertido -junto a la carencia de suelo industrial- en una de las demandas clásicas de los empresarios gaditanos. Una conexión ferroviaria que una las dos bahías de la provincia. De Cádiz a Algeciras y vuelta, por tren y sin pasar por Utrera ni Bobadilla. Sin salir de la provincia. La red de ferrocarriles clásica que estableció tan sólo uniones radiales con el centro de la península provocó el aislamiento de la capital con el Campo de Gibraltar por medio del tendido ferroviario.

Sin embargo, en los últimos años se han producido iniciativas y han tenido lugar pronunciamientos de las administraciones públicas para salvar esta situación. En noviembre de 1999, el Ministerio de Fomento licitó el estudio de conexión ferroviaria Bahía de Cádiz-Algeciras con un presupuesto de 80 millones de pesetas, algo más de 480.000 euros al cambio. El responsable de esta cartera era a la sazón Rafael Arias-Salgado y corrían los últimos meses del primer Gobierno popular de José María Aznar. Dos personas más han ocupado este ministerio desde entonces, Francisco Álvarez Cascos durante la mayoría absoluta de Aznar; y Magdalena Álvarez desde que José Luis Rodríguez Zapatero preside el Consejo de Ministros. El plazo estipulado para la realización de este estudio fue de nueve meses.

Han pasado nueve años desde la licitación y aún no hay rastro del tendido ferroviario. El diputado gaditano y portavoz del grupo socialista en la Comisión de Fomento del Congreso, Salvador de la Encina, explicó que en 2003 presentó una pregunta parlamentaria al respecto al responsable de Fomento -Álvarez Cascos durante aquella legislatura-. La respuesta fue la ejecución del proyecto no era rentable hasta que no se pusiera en marcha la conexión del Estrecho con Marruecos.

Fases y alternativas

El objetivo de Fomento a la hora de poner en marcha esta infraestructura era aprovechar las capacidades que pudiera desarrollar en las aglomeraciones urbanas de la Bahía de Cádiz y de la comarca del Campo de Gibraltar, así como «responder a las expectativas de crecimiento a corto y medio plazo de los tráficos de mercancías hacia ambos puertos, especialmente el tráfico de contenedores hacia Algeciras». Incluso se contemplaba una futura conexión con un enlace fijo a través del estrecho de Gibraltar. Ésta cuestión resultó ser clave.

El estudio informativo se debía desarrollar en distintas fases y definir los corredores básicos, el planteamiento de alternativas de trazado dentro de estos corredores y el anteproyecto de las alternativas que se consideraran como las mejores de entre las analizadas en las fases anteriores. El informe también debía pronunciarse en cuanto a la demanda y rentabilidad de la línea. Y aquí llegó la madre del cordero. Tras el estudio de seis alternativas posibles, se optó por una que siguiera la línea de la costa -se descartó que corriera en paralelo a la A-381 para evitar el impacto medioambiental en el Parque de los Alcornocales-. Desde la Confederación de Empresarios de Cádiz se lanza la idea de que el trazado ideal sería uno que recorriera la costa para que sirviera también para potenciar el turismo. De esta forma, la visión de la patronal gaditana coincide con esta conclusión del estudio realizado, que señala este corredor como el más idóneo para esta infraestructura. Sin embargo, el informe concluyó que esta nueva línea no era rentable sin la conexión del Estrecho.

El presidente de los empresarios gaditanos, Miguel González Saucedo, llamó la atención recientemente sobre las luces y sombras de los Presupuestos Generales del Estado presentados el pasado 30 de septiembre. En lo que respecta a los puntos oscuros, lamentó la exigua inversión que prevén para las obras del tramo Vejer-Algeciras de la A-48; también encuadró en las sombras las obras de la autovía A-4. Pero, sobre todo, criticó la ausencia de inversiones para esta conexión férrea, que calificó como vital.

La Junta de Andalucía calificó como «necesaria» la creación de este eje ferroviario -uniéndolo con el futuro enlace Europa-África- en su Plan Director de Infraestructuras 1997-2007, en el que se señalaba que su velocidad de circulación no debería ser inferior a los 200 km/h. La Administración autonómica solicitó al Gobierno la inclusión de esta obra en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) para los años 2005-2020, lo que compromete al Estado a ejecutarla antes del fin de este lapso de 15 años. Por lo pronto, los primeros siete años se consumirán sin dar un paso más. De la Encina explicó que el actual Gobierno no considera prioritaria la construcción de esta línea, aunque matizó que no está abandonada. Pero tendrá que esperar a que los dos líneas que sí se consideran prioritarias -la Alta Velocidad Cádiz-Jerez-Sevilla y la mejora de la conexión Algeciras-Bobadilla- estén concluidas. Ésto no se prevé hasta 2012, así que el año del Bicentenario será el del punto de partida para la construcción de esta línea férrea.

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