PELIGRO. Los petardos son muy utilizados a pesar del riesgo que conllevan. / ANDRÉS FERNÁNDEZ
Jerez

Una joven pierde un ojo al estallarle un petardo en la cara en Los Albarizones

La víctima permanece en la UCI del Puerta del Mar en estado grave R. V. M., de 24 años, salió a fumar a la calle y fue interceptada por el cohete

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La mala suerte se cebó la pasada Nochevieja con la joven de 24 años R. V. M., que permanece ingresada en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz en estado grave tras estallarle un petardo en la cara en una de las calles de la barriada rural Los Albarizones. Los hechos ocurrieron poco después de la medianoche, cuando la muchacha, que se encontraba celebrando el Fin de Año en el domicilio de sus padres, salió de la vivienda para fumar un cigarro y al doblar una esquina fue interceptada por una especie de cohete que le produjo daños importantes en la cara, incluyendo la pérdida de uno de sus ojos.

Así lo han confirmado fuentes del Hospital del SAS de Jerez, a donde la joven fue trasladada entre las doce y media y la una de la madrugada. El personal del área de Urgencias que la atendió consideró vital, dado el nivel de quemaduras que presentaba, su ingreso en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde permanece hasta el momento. Según las mismas fuentes, la primera posibilidad que se barajó fue la de ingresarla en el área de Maxilofacial, pero finalmente la jerezana acabó en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Como ha ratificado el Servicio Andaluz de Salud, en la tarde de ayer R. V. M. fue operada a consecuencia de las múltiples lesiones que presentaba en el rostro, y su estado al cierre de esta edición continuaba siendo grave, por lo que los médicos estarán muy pendientes de su evolución durante los próximos días. Precisamente el pasado día 30, víspera de Nochevieja, este periódico denunciaba la proliferación de la venta ilegal de material pirotécnico tanto en locales comerciales como en casas particulares. Durante el mes de diciembre, en concreto, la Policía Local se incautó de un total de 16.160 petardos en toda la ciudad, destacando intervenciones tan importantes como la de 7.700 unidades de este tipo de artefactos en dos locales de las zonas norte y oeste.

Falta de incidentes

Dejando aparte este trágico suceso, la noche de Fin de Año se desarrolló «con total normalidad» según han confirmado a este medio fuentes policiales, sin que sucediera ningún acontecimiento de importancia. De esta forma, las actuaciones de los agentes de seguridad fueron «las habituales de cualquier noche», interviniendo en situaciones de ruidos, molestias diversas a vecinos, controles de tráfico y algún que otro acto vandálico sin mayores consecuencias. El dispositivo policial dispuesto para tales efectos se desplegó por las zonas más concurridas como el casco urbano, donde se congregó un gran número de personas dispuestas a festejar por todo lo alto la llegada del nuevo año.

El Cuerpo de Bomberos del parque jerezano de la calle Martín Ferrador, por su parte, tampoco realizó intervenciones a destacar. Casi todas ellas estuvieron relacionadas con la quema de contenedores, para lo que los profesionales emplearon no más de media hora en sofocar los fuegos. Algún arbusto en llamas o la limpieza de calzadas completó una jornada tranquila, así como la alerta de incendio en una vivienda que finalmente resultó ser una falsa alarma.

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