ZAMBOMBA. Atractivo turístico típico en la provincia.
Ciudadanos

Vacío en Navidad

Destinos de sol y playa se venden en Pascuas, como Baleares o Gran Canaria, pero Cádiz no aparece entre esas ofertas

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Que levante la mano quien se escaparía unos días a un destino lejano, a conocer otras culturas o, simplemente, a huir de la Navidad. Pues si usted alzó el brazo, que sepa que forma parte de un extenso grupo que busca destinos diferentes para estas fechas, además de los típicos de nieve, como mandan las fechas. En cualquier agencia o página de internet ofertan viajes especiales para estos días, pero ninguna de ellas vende Cádiz como opción. De hecho, durante estas fiestas la ocupación hotelera es la más baja del año, ya que la demanda de viajes en estas fechas tradicionalmente familiares tiene pocos años de vida. «Sólo el 31 de diciembre registramos algunas ocupaciones», explicó el presidente de los hosteleros, Antonio de María. Tanto agencias emisoras, como viajes Barceló -con varias oficinas en la capital-, y receptivas, como Selma -muy presente en el mercado jerezano y provincial-, señalan que el destino Cádiz no tiene salida en estas semanas.

Demanda

Y no es porque no haya demanda de viajes en estos días. Además de los típicos destinos de nieve, como Sierra Nevada en Granada o, para bolsillos más pudientes, los Alpes franceses, en el mercado mundial hay numerosas ofertas. Por ejemplo, se vende un paquete de nueve días en Navidad en Punta Cana por 1.295 euros por persona. Y sin salir de España, son muchos los paquetes turísticos para pasar un fin de año inolvidable en destinos como Gran Canaria, Ibiza, Palma de Mallorca, entre otros, por el módico precio de 300 euros la semana. Es más, en destinos de la Costa del Sol, como Estepona se ofertan tres días de Navidad por 132 euros. Cualquier cosa antes que cerrar la planta hotelera en estas fechas.

La escasez de productos en la provincia se reduce a las zambombas jerezanas, que conjugan tradición flamenca con la celebración de las Pascuas. Y es que el mayor número de plazas hoteleras en la Ciudad del Caballo ha hecho que las empresas y agencias receptivas vendan esta tradición como un producto turístico diferenciado, capaz de movilizar a gente de cualquier parte del mundo.