PROVISIONES. Todos colaboraron en cargar el autobús.
CÁDIZ

«Nos vamos de caminata a Santiago»

Un grupo de alumnos y monitores de Afanas recorrerán 113 kilómetros de la ruta jacobea en seis días

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Lo que más ilusión me hace es la caminata!», afirma con una sonrisa el joven José María Mariscal. «La caminata, no el Camino de Santiago», le corrige con una sonrisa no menos grande Isabel Lemos, profesora del Colegio de Educación Especial Afanas de Cádiz. Y es que 15 alumnos con discapacidad intelectual de entre 15 y 21 años del Colegio y del Centro Ocupacional de Afanas, junto con seis monitores, partieron ayer rumbo a Sarria (Lugo) para una aventura muy especial. Recorrer 113 kilómetros a pie por la mágica ruta del Camino de Santiago en sólo seis días, en lo que será el primer gran viaje fuera de Cádiz para muchos de ellos. Lo culminarán en la capital gallega el próximo domingo recibiendo el certificado o Compostela por haber recorrido más de 100 kilómetros de la ruta jacobea.

Pero eso será al final. Ayer, junto a la sede de Afanas, era el momento de los nervios y las despedidas, de colocar las mochilas que cargarán los alumnos y las provisiones que irán en la furgoneta de apoyo. Primero un autobús los habrá llevado hasta Sarria, que es donde empezará realmente la caminata de Jose María. «¿Estoy muy nerviosa!», no paraba de repetir antes de subir al autobús Laura Álvarez. «El agua es lo que más pesa en la mochila», explica a su abuela, que ha venido a despedirla. «Tu tranquila, Laura», le tranquiliza Rafael Roldán, profesor de educación física del Colegio y uno de los promotores de la iniciativa, mientras supervisa la carga de las provisiones. «¿Pero si lleváis hasta dos jamones!», se sorprende un padre.

Todos buscan a Rafael para preguntarle algún detalle, darle la documentación de su chaval y asegurarse de que todo irá bien. Las risas y la diversión son la nota predominante y los padres están tan excitados como los hijos, aunque reconocen que siempre queda la inquietud «de qué estarán haciendo». Antonia Fraga, la madre de Rafael Millán, otro de los excursionistas, sentencia: «No se descansa aunque se vayan. Yo desde que recibí la primera carta me he alegrado y les he apoyado. Es una experiencia estupenda para todos», explica muy deprisa, antes de reclamar su cuota de besos a Rafael, que como cualquier chico se muestra renuente a las muestra de afecto en público.

Esta es una iniciativa que se ha fraguado durante 10 meses. La semilla la pusieron algunos profesores que ya habían hecho el viaje por su cuenta y que pensaron que podía ser una experiencia muy buena para sus alumnos, no sólo por la diversión y la salida de la rutina, sino para inculcarles valores de solidaridad, integración y de autonomía personal. Desde el principio tuvieron el firme apoyo de la directora del centro, Chari del Río, del claustro de profesores y de los padres. «Ponlos a todos», insiste Rafael. José Luis Rojo, Enrique Cantizano, Susana Ballester e Isabel Lemos acompañarán a Rafael en el bus y la caminata, aunque el proyecto se completó con la ayuda de José María de la Cruz, Isabel Canto y Mariló Manzanero.

«Ha sido complicado conseguir el dinero». La memoria del proyecto se cerró en 12.795 euros. Y mientras llegaban las ayudas y subvenciones, se retrasó la salida desde mayo hasta ayer. «Por fin, ¿es mi primer viaje!», repetía Jose María. La insistencia de los profesores y el apoyo de patrocinadores y sobre todo de los padres lo ha hecho posible. «Ver sus caras es lo que nos da las fuerzas», resume Rafael. Se marcha el autobús y los familiares agitan los brazos como despedida. En los próximos seis días recorrerán unos 20 kilómetros a pie en cada jornada y conocerán lo que es valerse por ellos mismos. El lunes 29 volverán, más cansados, pero, seguro, con la misma sonrisa.

mabardera@lavozdigital.es