Restos de la furgoneta-bomba en el cuartel de Durango. /EFE
la banda reaparece tras el fin de la tregua

ETA atenta contra la casa cuartel de Durango con una furgoneta bomba y hiere a dos guardias civiles

Un encapuchado ha aparcado el vehículo en la parte trasera del cuartel, desobedeciendo la prohibición de un agente

BILBAO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ocho meses después del atentado de Barajas, ETA ha cometido hoy el primer acto terrorista con heridos desde la ruptura formal de la tregua, decretada el pasado junio. La banda ha hecho explotar esta madrugada una furgoneta bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de la localidad vizcaína de Durango. Dos agentes han resultado heridos de carácter leve, pero ya han sido dados de alta..

Tras meses de acoso policial y una veintena de etarras detenidos, la organización terrorista ha decidido reaparecer en un escenario conocido, un cuartel atacado en diez ocasiones desde 1978, y una provincia, Vizcaya, en la que logra más rápido restablecer sus infraestructuras de comandos.

El coche-bomba, una furgoneta Citroen C-15 que llevaba placas de matrícula de San Sebastián aunque estaba robada en Gatika (Vizcaya), contenía entre 80 y 100 kilos de explosivos. La explosión ha causado cuantiosos daños materiales en las instalaciones del cuartel, donde ha dejado 16 viviendas muy perjudicadas o inhabilitadas y un total de diez vehículos destrozados.

Los dos heridos fueron trasladados al hospital de Galdácano (Vizcaya). Uno de los agentes, de 30 años de edad, presenta cortes por impacto de cuerpos extraños en espalda, cuello y muslos, mientras que el otro, de 37 años, también sufre cortes en la mano derecha y padece mareos debido a la onda.

Tras conocer la noticia, el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, se ha desplazado hasta Durango y ha confirmado que el atentado, "que podría haber sido una auténtica carnicería", ha sido obra de varios individuos. Mesquida ha revelado que se está barajando la posibilidad de que ETA cuente con infraestructura tanto en Vizcaya como en Portugal, ya que precisamente el vehículo que hizo explosión en Amorebieta tras el atentado tenía placas de ese país.

Modus operandi

La explosión del coche bomba se produjo a las tres y media de la madrugada en las campas de Jauregibarria en la carretera BI-632 frente al cuartel de la Guardia Civil.

El agente de guardia, encargado de controlar los monitores que recogen el perímetro del cuartel, presenció la escena. Un individuo encapuchado aparcó, marcha atrás, la furgoneta-bomba en la parte trasera del cuartel. Después, con una especie de radio-mando, intentó activar un anulador de inhibidores de frecuencia antes de salir corriendo hasta el segundo coche, con el que tomó la autovía San Sebastián-Bilbao, con dirección a la capital vizcaína.

Una hora después un nuevo vehículo con matrícula portuguesa explotaba en Amorebieta. La Ertzaintza, que ha establecido un dispositivo policial para tratar de localizar a los autores, baraja la hipótesis de que se trata del coche utilizado para huir por las personas que colocaron la furgoneta-bomba en el cuartel.

Intentos de atentados anteriores

ETA había intentado cometer sin éxito otros tres atentados con coche bomba tras anunciar, el pasado 5 de junio, que ponía fin a la tregua. Lo único que había conseguido, hasta hoy, había sido hacer estallar dos pequeñas bombas cerca de la carretera por la que iba a pasar el Tour de Francia, en Belagua (Navarra), el pasado 27 de junio.

Los primeros planes para atentar fueron abortados el pasado 21 de junio cuando dos miembros de ETA se dirigían hacia Portugal transportando en un Ford Focus 130 kilos de explosivos y un mando a distancia, lo que hace suponer que se iban a utilizar en un coche bomba. Los terroristas se toparon con un control establecido en la frontera por la policía portuguesa y la Guardia Civil, por lo que abandonaron el turismo con los explosivos en la localidad de Ayamonte.

El 2 de julio, una investigación conjunta de la Guardia Civil con los servicios de información franceses (RG) condujo a la captura en la localidad de San Juan de Pie del Puerto, cerca de la frontera con Navarra, del dirigente etarra José Antonio Aranibar Almandoz y los presuntos miembros de un comando especial de ETA, Aingeru Cardaño Reoyo y Ekaitz Aguirre Goñi, cuando éstos se disponían a recoger un vehículo cargado de explosivos. Según los datos obtenidos por los investigadores, los etarras iban a cometer un atentado inmediato con coche bomba y lo iban a hacer estallar mediante un cable.

Ocho días más tarde, el 10 de julio, el Cuerpo Nacional de Policía evitó otro atentado con coche bomba en Santander al detener al presunto etarra Aritz Arginzoniz Zubiaurre, que estaba realizando vigilancias para perpetrar la acción terrorista. El etarra y un cómplice habían cruzado la frontera enviados por el dirigente de la banda Garikoitz Aspiazu 'Txeroki' con indicaciones precisas para cometer un atentado en la capital cántabra.