«No seremos un convidado de piedra»

Segura, con paso firme se acercaba este viernes al atril Maribel Peinado (PA), como dejando claro que asume el cargo de vicepresidenta de la Diputación Provincial desde la «convicción» y fruto de un pacto con el PSOE que le convierte en única socia de otra mujer, Irene García, la presidenta de la institución, los próximos cuatro años.

Casi premonitorio, a las doce en punto comenzaba la andalucista su discurso: «Las creencias, nuestras convicciones, son todo aquello a lo que jamás debemos renunciar», arrancaba. «Ha llegado la hora de Cádiz. El tiempo de las individualidades ha pasado, el tiempo de los conflictos, de repartir pasteles que ya no existen, de luchar por medallas que ya no brillan...», afirmaba. «Es el tiempo de mirar unidos hacia el futuro porque lo merece la provincia».

La exalcaldesa de Puerto Real confesaba tener «vocación de provincia», y tenerla además con experiencia. «Mi labor al frente de la delegación provincial de turismo y deporte atestigua que no soy neófita a la hora de conjugar el equilibrio», y también como regidora, cuando «han sido varias las ocasiones que he antepuesto los intereses comunes, de nuestro entorno más cercano, entendiendo que lo mejor para la Bahía lo era para mi ciudad».

Peinado lanzaba promesas por volver a trabajar por su tierra. «Prometo hacerlo sin mirar colores, ubicación en el mapa, resultados electorales o intereses partidistas». Y, en sus palabras, un sitio para su partido, el que ha decidido que sea ella la que sujete la bandera de la Diputación. «A nadie puede coger de imprevisto la histórica labor que durante años ha desarrollado el Partido Andalucista en este Salón Regio». La exregidora, decidida en todo momento en sus palabras y mostrando convecimiento, se refería a su labor ya asignada como responsable del área de Desarrollo Sostenible. «Hace ya casi medio siglo que la vida me dio la suerte de nacer en esta tierra dorada de luces y mareas. Desde entonces soy heredera de un tesoro natural que he de legar de la mejor forma posible», un proyecto, según describió «ilusionante, apasionante y por el que pasa el futuro de nuestra provincia».

Medidas para crear riqueza y empleo y cuidar el medio ambiente serán las claves en la hoja de ruta de la vicepresidenta. «Pedimos unidad y sensatez a todos los grupos que conforman esta cámara. Los ciudadanos están cansados de palabras y gestos y necesitan hechos, realidades, trabajo serio y honrado que les devuelva la confianza en las instituciones que rigen el futuro de nuestra tierra y reglamentan la convivencia social de todos los ciudadanos». Y un mensaje de esperanza: «Deseo que esta nueva etapa sea fructífera para todos porque eso significará que lo será para la tierra a la que todos amamos».

Pero antes de terminar, Maribel Peinado dejaba claro que como socios de gobierno no serán un «convidado de piedra». «Voy a dejarme la piel por Cádiz porque me apasiona mi tierra y deseo que todos mis paisanos se enorgullezcan de ella». Aplausos en el Salón y caras que asentían y aprobaban un discurso bien hilado.