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El juicio que llegó 16 años después a la Audiencia Provincial de Cádiz

El jefe de la Policía Local de Sanlúcar en 1998 está siendo juzgado por no someterse al test de alcoholemia tras un choque

s. tubio
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El caso que lleva más años en tramitación en los juzgados de Cádiz se está juzgando, por fin, desde este miércoles en la Audiencia Provincial de Cádiz. Se trata de un accidente de tráfico leve, en el que nadie sufrió lesiones graves, ocurrido en Sanlúcar en 1998 y que, por tanto, ha tardado 16 años y medio en superar la fase de la vista oral.

En la extensa cronología de este procedimiento consta que ya fue juzgado en 2012 por un juez de lo Penal, que absolvió a los dos acusados por falta de pruebas. Pero éste había iniciado la vista oral sin la presencia del fiscal, a quien no se le dio la oportunidad de presentar su acusación.

Esa irregularidad propició que el juicio fuera anulado por la Audiencia Provincial y que se sumaran más meses a un procedimiento que ha batido el récord de tiempo sin resolución.

Tras superar otro contratiempo sobre qué órgano judicial tenía la competencia para juzgarlo, finalmente arrancaba este miércoles la vista oral en la Sección Tercera

En el banquillo se sienta el que fuera jefe de la Policía Local del municipio en 1998 y su entonces mano derecha en la Jefatura. La Fiscalía solicita para el primero nueve meses de cárcel y para el segundo año y medio por los delitos de desobediencia, omisión del deber de perseguir delitos y contra la seguridad del tráfico.

Este asunto es el que más tiempo lleva sin resolverse en los juzgados

El exjefe de la Policía Local está acusado de haber provocado un choque por alcance y haberse negado a someterse a la prueba de alcoholemia. El suboficial es el mando policial que supuestamente convenció a los agentes encargados del atestado para que no mencionaran esa prueba en el informe.

En el accidente resultó herida leve una mujer, que iba acompañada en el coche por su marido y sus dos hijos. La peculiaridad de este caso hace que uno de esos testigos –la hija de la víctima–, contara con once años cuando ocurrieron los hechos y ayer prestara declaración cuando ya se aproxima a la treintena.

Este matrimonio se ratificó en sala en su denuncia original. Así declararon al tribunal que el jefe policial presentaba síntomas claros de embriaguez y que se negó a hacerse la prueba.

También prestaba declaración uno de los agentes que estaba de servicio aquella noche. Este funcionario ha asegurado al tribunal que su entonces superior sí olía a alcohol.

Por su parte, el exjefe de la Policía Local reconoce que su coche alcanzó por detrás al vehículo de la familia denunciante cuando se encontraba detenido en un semáforo. Pero sostiene que fue fruto de un despiste y niega que estuviera circulando bajo los efectos del alcohol. Hoy en día este funcionario policial trabaja para el Cuerpo Nacional de Policía.

La vista oral prosigue este jueves con la declaración del resto de agentes que participaron en el atestado y estuvieron presentes aquella noche.

La defensa ha solicitado que se aporte como prueba la grabación de la vista oral que se celebró hace dos años en los juzgados de lo Penal para contrastar las declaraciones que ofrecieron entonces los testigos y las de ahora. Pero el tribunal ha desestimado esta petición, ya que el juicio fue declarado nulo y por tanto todo lo que se practicó durante él.

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