La bajamar dispara las detenciones

El alijo que cayó al mar por el temporal se va a convertir en el cargamento de hachís que va a arrastrar a más detenidos en los últimos años sin que estén implicados en una operación planificada de narcotráfico.

El último recuento de personas arrestadas por sacar droga de la zona de Sancti Petri eleva la cifra de implicados a 66. Las últimas 25 han sido arrestadas esta tarde coincidiendo con la bajamar. Cinco de ellas son menores de edad.

La Guardia Civil ya temía que esto ocurriera. Al bajar la marea, aumentaban las posibilidades de que apareciera más droga que quedó asentada en la arena. Algo que conocen de sobra los busquimanos.

Ni el dispositivo policial que desde el viernes mantiene la Guardia Civil para evitar la pesca de hachís en la zona donde naufragaron las tres lanchas cargadas de droga; ni las detenciones de busquimanos realizadas en los últimos días, han servido para disuadir a otros rastreadores para probar suerte en la arena.

El goteo de arrestos es incesante. Antes de esta última oleada confirmada por la Guardia Civil, en la tarde-noche de ayer otras siete personas habían sido pilladas con pequeñas cantidades de hachís procedentes del alijo perdido por los narcos durante el temporal. Todos son varones, de edades comprendidas entre los 20 y 30 años, y a los que les han requisado placas de drogas.

Un fardo, que tiene un peso medio de 30 kilos, se divide en paquetes embalados con cinta, que a su vez contienen placas de uno o dos kilos. A la mayoría de los busquimanos detenidos les han incautado estas piezas.

Cuando la droga cae al mar es habitual que los fardos se abran y quede desperdigado su contenido. El Instituto Armado no descarta que algún busquimano haya podido llevarse una 'pieza mayor', un bulto de más de 30 kilos que en el mercado negro puede alcanzar un precio de 30.000 euros. Pero lo consideran poco probable.

Por ahora, los agentes les han intervenido a los primeros 41 detenidos más de 150 kilos; una cantidad que se va a duplicar cuando se calculen las piezas requisadas a los arrestados de esta tarde.

Los implicados están imputados en un delito contra la salud pública. A partir de ahora se enfrentan a penas que pueden oscilar entre los tres y los cuatros años y medio de cárcel si han sido sorprendidos con más de 2,5 kilos de hachís.