La ruptura de Susana Díaz con Pedro Sánchez se hace evidente en Granada

El secretario federal del PSOE presenta en Andalucía su proyecto estrella sobre las pensiones mientras la Junta confiesa públicamente que no lo conoce

Pedro Sánchez, en el acto del jueves en Granada EP

S. BENOT / L. RAMA

La distancia ya no se oculta y eso es, quizás, lo que más preocupa a la dirección socialista andaluza. Pedro Sánchez inició ayer en Granada su nueva gira por España «en esta segunda vida como secretario general después de que me metieran en el congelador unos meses» sin contar con Susana Díaz, sin invitarla siquiera y, lo que es más grave para la lideresa, sin reconocer su trabajo a pesar de ostentar el Gobierno socialista más importante de todo el país.

La indiferencia para con la dirección regional del PSOE fue de tal calibre que Pedro Sánchez fue a Granada a presentar sus diez planes de Estado, unas propuestas que van a condicionar, además, las relaciones de Andalucía con el Gobierno de Mariano Rajoy . Sánchez dedicó esta primera asamblea con ciudadanos a su propuesta estrella, la de las pensiones, sin habérsela explicado ni al partido ni a la Junta de Andalucía. Lo hizo primero con los militantes y simpatizantes, más de quinientos según la organización, que acudieron a escucharlo a Granada. La consejera María Jesús Montero, de Hacienda, reconocía públicamente también ayer que desconoce los detalles concretos de la propuesta que Pedro Sánchez tiene sobre sendos impuestos a la banca y a las transacciones financieras para ayudar a sostener el sistema público de pensiones.

Montero trataba de tapar la indignación que reina entre los socialistas andaluces. «No son de competencia autonómica y por eso no es algo que hayamos aproximado de manera más concreta», aseguraba.

Pedro Sánchez aterrizó en Andalucía como el líder nacional que es, defendiendo su proyecto de Estado, criticando al Gobierno de Mariano Rajoy y explicando que la actualización del sistema público de pensiones requiere de una reforma «urgente» que pase por reconstruir el Pacto de Toledo para frenar la merma del poder adquisitivo de los pensionistas , frente a la opción del PP de «seguir endeudándose».

Y para dejarlo suficientemente claro, Pedro Sánchez explicó por qué ha elegido Granada como inicio de su gira con más de 50 asambleas con militantes y simpatizantes. «Por el compromiso de la Ejecutiva Federal con Andalucía y el orgullo de la Junta, que está presidida por nuestra compañera Susana Díaz».

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, fue el encargado de moderar el debate

Fue su única referencia a la lideresa andaluza y a las políticas que su gobierno lleva a cabo desde la Junta. Claro que el aparato andaluz no permaneció de brazos cruzados. Susana Díaz encargó al secretario general del PSOE en la provincia, José Entrena , (susanista que ganó el congreso provincial al candidato de Pedro Sánchez) ejercer de anfitrión y no dejar hueco para ningún miembro de la Ejecutiva Federal también presente en el acto, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o José Antonio Rodríguez (alcalde de Jun), sentados en lugares preferentes pero que no intervinieron. El alcalde de Granada, Francisco Cuenca , fue el encargado de moderar el debate y no desaprovechó la oportunidad para ensalzar la gestión de Susana Díaz «manteniendo a pulso la ley de dependencia», y la suya propia «mañana nos dan un reconocimiento por ser una de las tres ciudades de España que mejor gestiona los servicios sociales». El mensaje era rotundo pero, sobre todo, interno.

La dirección del PSOE andaluz considera grave que no se haya invitado siquiera a Susana Díaz a un acto organizado por Ferraz . Ni se ha consultado la fecha, para cuadrar agendas, ni se ha informado del contenido de la visita más que por una carta con información general. Pero lo que más ha molestado es que el secretario federal del PSOE no ponga en valor las medidas de presión a la banca que puso en marcha el Ejecutivo de Susana Díaz cuando gobernaba en coalición con IU, las primeras que se llevaron a cabo por parte de un gobierno autonómico.

Un mensaje que es, además, clave en la estrategia de Pedro Sánchez que con esta gira por España pretende recuperar los votos perdidos en favor de Podemos. En Ferraz consideran que hay opciones reales de que vuelvan los votantes.

En defensa de este agravio, que es ya público, el entorno de la presidenta asegura que para ella no existen dos PSOE, ni dos líderes. Es la presidenta de Andalucía y Sánchez, el líder federal, y todos defienden la misma ideología que es igual de progresista y de izquierdas a un lado y otro de Despeñaperros.

Precisamente por eso, Susana Díaz está agilizando los trámites para poner en marcha la Renta Mínima de Inserción, su principal medida de políticas sociales, su giro a la izquierda y su muestra de que en Andalucía «Gobierna el PSOE y se hacen las cosas de otra manera» .

La financiación

Un asunto que preocupa mucho a la dirección socialista andaluza es la financiación autonómica. El Gobierno central quiere negociarla en el Congreso de los Diputados y reta al PSOE a presentar una propuesta concreta. En Andalucía no tienen noticias ni del Gobierno ni de Ferraz y se limitan a subir la presión política acusando a Rajoy de chantajear a las comunidades autónomas por vincular la negociación del nuevo modelo a la aprobación del Presupuesto para este 2018.

Susana Díaz trata, mientras tanto, de ganar tiempo y ha puesto a su equipo a trabajar en el Parlamento en aras de conseguir una postura unánime, que todavía se le escapa.

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