Fracasa el intento de la izquierda de politizar la Marea Blanca de Sevilla

Tras el éxito de la manifestación del pasado 15 de enero en Sevilla de la Marea Blanca se ha producido el fracaso de la izquierda por intentar hacerse con ella y politizarla. Fue una mañana histórica en Sevilla donde la sociedad civil fue la única protagonista. Uno de los pilares básicos de poder convocar a 20.000 personas consistió en reunir a 95 organizaciones de todos los colores, asociaciones de vecinos, colegios profesionales, culturales, sindicales y políticos. Todos los partidos con representación parlamentaria, excepto el PSOE-A, mostraron su apoyo. Y de los extraparlamentarios hubo una representación del espectro político completo, desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) a VOX. Precisamente, el único problema desagradable fue la agresión que sufrieron los militantes de esta formación por parte de la ultraizquierda.

Pues bien, ni dos días ha durado la unidad de la Marea Blanca de Sevilla. El martes pasado se convocó una reunión en el centro cívico Hogar San Fernando donde, según los organizadores del 15-E, se dio un «golpe de mano» para monopolizar la izquierda afín a Podemos, Participa Sevilla e Izquierda Unida la Marea Blanca. A José Baena -uno de los impulsores del movimiento de Sevilla junto a Antonio Guerrero, presidente de la Plataforma de Atención Temprana y Antonio Gutiérrez, del Sindicato Médico-, se le quitó la portavocía.

En la reunión asamblearia, en la cual no estaban convocados todos los grupos que participaron el 15-E, se nombró a cuatro portavoces que lo harían de forma rotatoria: María del Carmen Romero, miembro de la Plataforma Médico 24 horas de la Sierra Sur; Jordi Castilla, representante de Facua (la organización de consumidores de Rubén Sánchez, impulsor del proyecto fallido Ganemos Sevilla); Sebastián Martín Recio, médico jubilado y ex alcalde de Carmona por Izquierda Unida, y Dolores Dávila, de la Asociación de Vecinos Estación de Córdoba. Ayer está última, tras la información adelantada por abcdesevilla.es, presentó su dimisión. «Mi interés ha sido luchar por una sanidad pública de calidad sin recortes y esto se ha convertido en una batalla política que no es la mía. Un saludo a todos», así se despidió Dávila.

Antonio Guerrero, de Atención Temprana, viendo el cariz que estaba tomando la reunión, se levantó y abandonó la asamblea, no sin antes dejar bien claro que «los niños hasta seis años que necesitan un seguimiento especial sanitario, no entienden de derechas, ni de izquierdas, ni de manipulación política», y que en su asociación «había personas de todas las tendencias y religiones».

Otro de los puntos aprobados fue convocar una manifestación, esta vez ya política, para el 28-F, día de Andalucía, con otros movimientos como los de educación o dependencia. Se permitiría el uso de banderas.

«Cuatro grupúsculos»

Antonio Gutiérrez, del Sindicato Médico, reconoció ayer que, «nosotros no hemos salido a la calle para dar el poder a cuatro grupúsculos políticos que no pintan nada con sus banderitas republicanas, llevamos muchos años de lucha los profesionales para que ahora vengan unos trasnochados a marcarnos las pautas, el año tiene 365 días y no nos vamos a manifestar el día de todos los andaluces».

José Baena afirmó «que de esta manera han intentado romper algo que ha funcionado, que ha sido concienciar a los usuarios de la sanidad pública que ellos eran los protagonistas de estas manifestaciones, ahora quieren ser ellos». «Además, han usurpado un nombre, se llaman Marea Blanca Sevillana, y antes del 15-E ya hablé con ellos para unificar los nombres y no quisieron», concretó.

Sebastián Martín Recio, uno de los portavoces elegidos, declaró ayer a ABC que «la asamblea estaba prevista antes del 15-E, desde la anterior de los Bermejales, se convocó a todos, hubo un debate y cierto acaloramiento, no más que en una tertulia de tv, pero la elección del portavoz fue de forma democrática, el propio Baena participó, el problema es que no salió elegido y eso le sentó muy mal y entonces no reconoció la votación». Preguntado si este hecho ha dividido el movimiento de las mareas, Martín Recio cree que sí, «el mayor beneficiado es el PSOE de Andalucía».