Juan Antonio Roca en la salida de su primer permiso penitenciario
Juan Antonio Roca en la salida de su primer permiso penitenciario - J.J.M.
CASO MALAYA

Juan Antonio Roca vuelve a Marbella

El cerebro de Malaya pasó su último permiso penitenciario en su piso doble del Edificio Poseidón junto a su familia

MARBELLA Actualizado: Guardar
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No es la primera vez que Juan Antonio Roca, condenado a un máximo de 20 años de cárcel por la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella, sale con un permiso penitenciario, pero sí es la primera vez que se tiene constancia de su visita a la ciudad de la Costa del Sol, aquella cuyo destino estuvo en sus manos e infló sus bolsillos durante más de una década (1991-2006). «Está con un permiso penitenciario», explicaban el pasado lunes sus abogados, que no confirmaban la ubicación de la cabeza pensante de Malaya desde la Gerencia de Urbanismo de Marbella. Pero fuentes vecinales confirman haberle visto en la ciudad, donde se alojó en el piso doble que la familia posee en la Milla de Oro.

Según fuentes del edificio donde vive, estuvo acompañado por su hija María y a bordo de un Nissan todo terreno salió y entró en la propiedad del Edificio Poseidón. Ha tenido «un perfil muy discreto». Sale en coche y se limita a ir a casa de los amigos que conserva en Marbella. «No se deja ver por las calles de la ciudad», explican las mismas fuentes, que aseguran que, en esta ocasión, ha recalado en Marbella porque «ha venido a verlo su hijo, que se encuentra trabajando en un despacho de abogados de Panamá».

Roca ha podido disfrutar de la vida marbellí durante este permiso. El sábado, por ejemplo, abandonó su residencia a través del garaje, según fuentes vecinales, sobre el medio día, y caída la noche no había vuelto. En Marbella vive en un piso que en realidad son dos. Juan Antonio Roca se quedó con dos propiedades en este edificio para hacer su residencia que, según una tasación pericial de su defensa para el juicio de Malaya, estaba valorado en 727.000 euros. Es su vivienda habitual y propiedad que podría haber sido objeto, según los informes de los abogados defensores en Malaya, de un ofrecimiento de pacto por parte de la Fiscalía. Según trascendió en aquel momento, el Ministerio Fiscal le brindó no embargar esta propiedad si se declaraba culpable.

El domicilio está cerca de lo que fueran sus centros de operaciones como gerente de Urbanismo. El piso doble está a escasos cinco minutos del antiguo Club Financiero de Marbella, oficinas desde donde se engendró toda la trama corrupta de la ciudad. Un edificio, ocupado ahora por un colegio inglés, anexo a «Villa Ángeles», la mansión que Jesús Gil se construyó en la Milla de Oro. Era el lugar desde donde Jesús Gil y Juan Antonio Roca, como directores de operaciones, controlaban toda la administración paralela que montó el «gilismo» en la ciudad para poder llevar a cabo sus fechorías sin control del Consistorio. Era el lugar desde el que se gestionó Marbella hasta la disolución de la corporación municipal en 2006.

La propiedad en la que se le ha visto, también está cerca de la antigua oficina de «Maras Asesores», despachos desde los que Juan Antonio Roca articuló su entramado fiscal. Desde estas oficinas, según la investigación que le ha llevado a la cárcel, es desde donde el exasesor de Urbanismo llevaba las cuentas de las comisiones ilegales que cobraba y de los repartos de mordidas que hacía entre los concejales de Marbella por los servicios prestados.

Juan Antonio Roca, al que un grupo de ciudadanos pidió una orden de alejamiento de la ciudad, goza de permisos penitenciarios al haber cumplido más de la mitad de su condena. Lleva más de 10 años en prisión. Roca goza de este régimen penitenciario, pese a que se sigue sentando en el banquillo de los acusados por las más de 110 causas pendientes que contrajo por sus fechorías. La primera vez que salió a la calle fue el 19 de noviembre de 2016 y aprovechó para visitar la tumba de sus padres en Cartagena (Murcia), de donde Roca es oriundo.

Volvió a salir en Navidad y se refugió con su familia en paradero desconocido durante los seis días del permiso penitenciario. Cenó y compartió las señaladas fechas con sus allegados, antes de reunirse con sus representantes judiciales para tratar los pagos por las multas impuestas por la responsabilidad civil de sus actos. El último permiso ha decidido pasarlo en Marbella y, según fuentes del edificio, es la primera vez que se le ve por allí desde que entrara en la cárcel de Alhaurín de la Torre en 2006.

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