Sede de la empresa tecnológica Ingenia en el Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga
Sede de la empresa tecnológica Ingenia en el Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga - ABC
ECONOMÍA

La expansión internacional permite a Ingenia batir su récord de facturación

La tecnológica malagueña despide definitivamente su crisis y confía en superar los 30 millones en 2020

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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La empresa tecnológica malagueña Ingenia ha dado definitiva carta de defunción a la profunda crisis que vivió entre los años 2013 y 2014. En 2016, ejercicio culmen del plan estratégico que se planteó la compañía, el grupo superó su cifra récord de facturación, llegando a los 16,19 millones de euros. La expansión internacional de la firma, con Latinoamérica como principal mercado, ha sido fundamental para huir de los nubarrones. Para 2017, el grupo tiene una expectativa de ventas de más de 18 millones de euros pero con el horizonte de que en el próximo trienio se superen los 30 millones.

Estas cifras, que han sido presentadas este miércoles por la cúpula directiva de Ingenia, comandada por José Blanco, permiten a la empresa, una de las pioneras del sector en el Parque Tecnológico de Andalucía, afrontar el futuro con entusiasmo.

«No somos una empresa de pelotazo», ha resumido su director general. Y ello precisamente en el año que en que cumple su 25 aniversario.

Fundada en 1992 en las instalaciones del BIC Euronova (germen del PTA), nació con una plantilla de 14 ingenieros procedentes del laboratorio de I+D de Fujitsu en Málaga. Dos décadas y media después, Ingenia cuenta con más de 260 empleados y confía en recuperar en este ejercicio la cifra anterior a la crisis, cuando tuvo que afrontar severos ajustes de empleo (quedando en 175 personas), creciendo hasta los 285 sólo en la matriz. Para 2020, la esperanza es superar los 500 trabajadores.

La cúpula directiva de Ingenia, en la presentación de resultados en el Museo Thyssen
La cúpula directiva de Ingenia, en la presentación de resultados en el Museo Thyssen - ABC

A la estabilización de la compañía ha contribuido, por encima de todo, su actividad exterior, prácticamente inexistente antes del comienzo de su particular calvario. De hecho, la matriz obtuvo en 2016 una cifra muy similar en su negocio al ejercicio anterior. Si en 2015 facturaba 14.533.318 euros, el año pasado subió hasta los 14.539.392. El resultado de explotación creció en 2016 hasta los 751,600 euros frente a los 427,467 del año anterior.

Pero el negocio internacional de la empresa malagueña supone ya el 25 por ciento del total. Especialmente valiosa ha sido la actividad de sus filiales en Chile y Perú, controladas al 100 por cien por la propia tecnológica, en la que ya prestan servicios en torno a 40 personas en total. En la hoja de ruta marcada por su directiva, no se contempla el establecimiento de más filiales pero sí aumentar su presencia especialmente en Europa, donde de momento ya opera sobre todo en Suiza y el Reino Unido.

El accionariado actual de Ingenia lo componen Unicaja Banco, con el 40 por ciento, Madarias Inversiones, con otro 40 por ciento y Promálaga, el único accionista fundacional, que conserva el 20 por ciento. En sus inicios, el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y Fujitsu eran los accionistas principales.

Entre los clientes principales del grupo, se encuentran Unicaja, la Junta de Andalucía, Mayoral, Swiss Quote Bank, Ibredrola, Cepsa, Seat y varias universidades andaluzas. Ingenia ofrece a sus clientes soluciones tecnológicas con un amplio catálogo de productos y servicios en los campos de la seguridad y consultoría, infraestructuras y redes wireless, e-learning, desarrollo software, Big Data e Internet. Ampliar la clientela entre las empresas del Ibex es, según ha expresado el director general, José Blanco, una de las prioridades.

Precisamente este 2017 la firma, que ya cuenta con una sede en la capital hispalense, ampliará sus instalaciones en Sevilla con el establecimiento de un centro de operaciones de seguridad similar al que ya opera en Málaga. Se trata de un centro que sirve para garantizar la seguridad de las infraestructuras y servicios de sus clientes: análisis de vulnerabilidades, información sobre posibles amenaza o alertas de seguridad. En él trabajarán entre 10 y 20 personas.

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