Denuncia a su expareja de secuestrar a su hijo en Huelva

Una mujer vecina de Huelva, E.S.O., ha denunciado en el juzgado de instrucción número 3 de la capital a su expareja, con el que convivía hasta el pasado 28 de febrero, por el presunto secuestro del hijo de ambos, del que no tiene noticias desde el pasado 27 de marzo.

Según se refleja en la denuncia y ha confirmado la denunciante a Efe, la pareja dejó de convivir el pasado 28 de febrero, cuando decidieron poner fin a su relación, quedando la custodia del niño, momentáneamente, en manos de la madre.

Los hechos denunciados se habrían producido el pasado 27 de marzo, cuando la mujer fue a recoger a su hijo en la guardería del centro de Huelva donde lo tiene en horarios lectivos hace dos años, le dijeron «que el padre había ido a buscarlo antes de ser la hora de la recogida», lo que no extrañó a los responsables del centro porque él también tiene la potestad para recogerle.

Desde entonces, la denunciante ha asegurado que ha intentado en varias ocasiones, sin éxito, saber algo de su hijo y ha subrayado que no sabe a dónde se mudó su expareja cuando se separaron, ni si vive en su localidad natal, la también onubense de Cartaya, en cuyo cuartel de la Guardia Civil también ha denunciado los hechos.

La denuncia interpuesta ante el juzgado onubense refleja que el único contacto que ha tenido con su expareja desde el presunto secuestro ha sido el pasado 4 de abril, cuando a las 23.41 horas recibió un SMS en su teléfono particular remitido desde el teléfono de él, con el texto: «Nuestro hijo se encuentra perfectamente de salud. No te preocupes».

El padre del niño, A.B.L., por su parte, ha asegurado a Efe que tomó la decisión de recoger al niño en la guardería «para protegerle», toda vez que se habrían dado casos de abandono del menor y su hermana -fruto de un matrimonio anterior de su expareja- debido a los problemas de adicción al alcohol de la misma.

Ha aportado varias denuncias al respecto, incluso un informe de la Policía Local a raíz de una llamada a la misma del propietario de un bar que les avisó cuando se dio cuenta de que la mujer estaba en estado de embriaguez sin preocuparse de atender a los niños.

El informe sostiene que la mujer no fue capaz de articular palabra ante los agentes cuando la interrogaron, y que despedía un evidente olor a alcohol.