Alfonso X encuentra por fin su sitio en Almonte

La imagen de Alfonso X «El Sabio» ya preside la encrucijada de vías desde la que surge la antigua travesía que lleva desde Almonte a El Rocío, la aldea que guarda la talla venerada por el Monarca castellano que puso el germen de lo que hoy es una de las devociones marianas más importantes del orbe católico y la romería más multitudinaria del mundo: la de la Blanca Paloma. Aun así, la figura histórica que concita el aplauso de todos los almonteños ha sido víctima de la contienda política. No ha podido evitar verse envuelta en el fuego cruzado entre populares y socialistas: los que encargaron el proyecto y los que tenían el deber de culminarlo con la simple colocación de una escultura en una peana.

La instalación se produjo en la mañana de ayer ante la atenta mirada del escultor y los técnicos municipales con responsabilidad en la tarea, así como numerosos vecinos y viandantes que esperaban desde hacía ya varios meses que la peana vacía en uno de los puntos más transitados de la localidad almonteña fuera ocupada. Ni uno solo de los 21 concejales que conforman el Pleno municipal estuvo presente durante la colocación del monumento escultórico, ni aquellos que tienen responsabilidades de Gobierno en la actualidad ni los que en su día encargaron la obra.

La escultura de Alfonso X «El Sabio», de dos metros y treinta y cinco centímetros de altura, modelada en bronce, fue concebida para saldar la deuda moral del pueblo de Almonte con el Monarca y forma parte de un proyecto mucho mayor de embellecimiento y ordenación del tráfico en la zona conocida como Carretera del Rocío. Fue encargada por el anterior equipo de Gobierno popular que no pudo ver culminada la tarea al verse desalojado del poder en las últimas elecciones municipales.

Los socialistas, en el Gobierno desde entonces, han aparcado durante más de un año el proyecto con el pretexto de encontrar una ubicación «mucho más noble» para la figura, en palabras del portavoz socialista Antonio Joaquín Díaz en el pleno ordinario del pasado mes de abril. Finalmente y sin que hayan mediado más explicaciones, el Gobierno municipal ha decidido emplazar la escultura en el lugar para la que había sido diseñada, con grandes muestras de satisfacción por parte de la ciudadanía, que no entendía el origen de la polémica.