ELECCIONES EN 2019
PSOE e IU zanjan un pobre mandato y se lanzan a la pelea por liderar el bloque izquierdista en Córdoba
Ambrosio intenta potenciarse más moderada ante la incógnita de la confluencia de IU con Podemos
Cuando hace justo dos semanas Isabel Ambrosio hacía pública su candidatura a la Alcaldía de Córdoba en 2019 (a falta de un año aún) mediante un video en su cuenta de Twitter grabado en la azotea de la sede de Emacsa , la regidora socialista estaba dando carpetazo a un mandato muy pobre de resultados en el que el cordón político de Izquierda Unida (su socio de gobierno) y Ganemos Córdoba (su aliado de investidura) aún lo han mermado más.
Hay quien en el entorno de Ambrosio cree que su videoanuncio busca un desmarque a tiempo sus verdaderos adversarios (externos e internos) de cara a liderar el bloque de izquierdas: IU y la amalgama podemita. Apartarse de una mala tarjeta de presentación ante los cordobeses, de ser una política errática, centrada en lo ideológico pero accesorio y alejada de lo pragmático y prioritario para la ciudad.
Bajo conocimiento
No hay más que repasar los movimientos que han precedido o seguido a su singular tuit. Por un lado, la ordenanza para agilizar licencias en Urbanismo, uno de los principales problemas que tiene Córdoba ahora mismo. Un claro gesto hacia Pedro García y un baño de moderación con altas dosis de cinismo, dado que como alcaldesa ha tenido competencias y responsabilidad en esa situación para enmendarla. En los sondeos internos, Ambrosio aparecía con un bajo porcentaje de conocimiento pese a ser la alcaldesa, aunque tampoco era muy penalizada por la falta de proyectos y acción política en el Ayuntamiento. Incluso durante un tiempo se apartó de actos indispensables: inaugurar ampliaciones de hospitales, nuevas sedes de oenegés o reuniones con empresarios y entidades bancarias... Deambulaba más por la radicalidad de sus socios, con las ya consabidas meteduras de pata de los símbolos religiosos, la Fiesta de los toros,... o la Mezquita-Catedral , la cual, curiosamente, lleva tapado durante meses.
Su segunda pelea es tomar ventaja e intentar controlar su lista por la que van a aparecer nombres llamativos , en algún caso, con la vista puesta en el futuro. La alargada mano de Juan Pablo Durán o los intereses del propio Antonio Ruiz no se lo pondrán fácil. La acumulación de fondos por gastar ( Edusi , Inversiones Sosteniblemente Financieras, planes de obras en barrios con dienro del Gobierno y los propios remanentes presupuestarios) le otorgan a ella y su socio Pedro García una interesante chequera millonaria.
IU, ante la fusión con Podemos
Mientras Ambrosio busca su propio camino, García anda el tortuoso sendero que le lleve a liderar el bloque de confluencia con Podemos para arrebatarle a la socialista la primacía en el sumatorio de la izquierda y abarcar los 15 concejales que ahora acumulan las tres formaciones. Los primeros avisos de que no lo va tener fácil le han llegado ya. Ganemos Córdoba considera que su liderazgo en una hipotética candidatura conjunta rompe su norma interna de mandatos. Aunque el dirigente comunista sabe muy bien que en el amplio terreno de juego de esa confluencia, Córdoba es una buena pieza de intercambio con otras ciudades donde a Alberto Garzón le tocará ceder a Pablo Iglesias. La fuerza de Izquierda Unida en Córdoba, pese a que en los últimos tres comicios se ha difuminado en dos tercios de su electorado, le hace tomar ventaja.
En esta pugna interna, y casi como si de una matriuska rusa se tratase, la agrupación de electores de Ganemos Córdoba también afronta una aventura compleja. Su transformación en un envase mayor donde con IU y Podemos , su statu quo y la relación de puertas para adentro con los nuevos dirigentes de la marca podemita en Córdoba y el rosario de sensibilidades procedentes de Equo, exdirigentes de Izquierda Unida y otras corrientes tiene que buscar su encaje.
Bellido conoce el Ayuntamiento y ahora se trabaja el conocimiento de la calle
Al otro lado, el PP quiere recuperar la Alcaldía perdida con mayoría absoluta en 2015 con demasiados factores en contra. Las próximas elecciones municipales van a estar muy marcadas por el entorno nacional y autonómico. El componente local en sí no va a pesar tanto o ser un elemento diferenciador sobre las corrientes demoscópicas. La cercanía de las elecciones andaluzas puede marcar el devenir de PSOE, PP y Ciudadanos . La situación nacional invita a pensar en la puntilla al respecto, con una oleada de sondeos en la que la formación de Albert Rivera aspira a ser la primera fuerza en voto y con la llave de la gobernabilidad para el maltrecho bipartidismo.
La oposición
De momento, José María Bellido fue el primero en dar a conocer sus credenciales como candidato. Su capacidad gestora no alberga dudas. Lleva el Ayuntamiento en la cabeza como un reloj suizo , pero ante sí tiene el gran reto de convertirse en un año en un político con las dotes de liderazgo que todo alcalde precisa y que no está en los despachos, sino en la calle.
En ello viene trabajando con un reducido grupo de personas que montan reuniones a pecho descubierto en los barrios alejadas del foco mediático acelerando un mayor conocimiento y el ejercicio de la musculatura social. Ante sí tiene también el objetivo de conformar una candidatura que debe aunar la renovación de agotados perfiles con aspirantes de garantías de gobierno, alejados del marchamo del relumbrón independiente. Su labor hasta ahora como jefe de filas de la oposición no ha sido excesivamente agresiva. Bellido ha aplicado la máxima de ir detrás de los errores del cogobierno, una inflación de polémicas que le han permitido no hacer gala de un discurso agrio, negativo, airado..., más bien templado y propositivo y poniendo el foco en la escasa gestión del cogobierno PSOE-IU.
Todo el mundo mira a Ciudadanos, pero la formación naranja ha dado instrucciones internas de que hasta enero de 2019 no habrá designación de candidato. Aunque el portavoz municipal David Dorado , que en su día tomó las riendas del grupo tras el paso atrás de J osé Luis Vilches , parece el elegido (un dirigente que está más cercano a postulados comunes con el PP), no habría que descartar cualquier jugada de última hora. En esta tesitura cuenta y mucho el papel de Juan Marín , el portavoz parlamentario y socio de Susana Díaz en la Junta de Andalucía, y la predilección de éste por Isabel Albás, la parlamentaria por Córdoba.
