Oposición frontal a reiniciar la innovación de PGOU para Rabanales 21 en Córdoba

El plan municipal para reiniciar la innovación del Plan General con el objetivo de construir un centro comercial en Rabanales 21, clave para el futuro del tecnoparque, se ha encontrando con una seria oposición tanto dentro del Ayuntamiento de Córdoba como entre las empresas directamente implicadas. De todas las alternativas sobre la mesa, la de poner el contador a cero es la que menos gusta ante la falta de confianza de que esta cuestión se pueda solventar entre siete y ocho meses más tal y como calculó el pasado viernes el teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente.

Las partes están trabajando en sus respectivos argumentarios legales con el objetivo de evitar lo que parece una decisión tomada.

La realización de un informe preceptivo y no vinculante de la Delegación Territorial de Fomento se considera en el Consistorio como un elemento que no bloquea pero retrasa la actividad. La innovación de Rabanales 21 para permitir la construcción del centro comercial arrancó formalmente en 2014. Con esos antecedentes, volver al punto en el que se está en algo más de medio año no se considera como una opción viable.

El informe de la Junta establece dos cautelas: que no se han reformado los usos permitidos en el tecnoparque y que no se ha tramitado un informe de impacto ambiental de acuerdo a la norma aprobada en marzo de 2015. El cambio de usos no parece una cuestión evitable. Sobre la determinación de empezar desde cero para evaluar el impacto ambiental existe más debate porque el expediente se inició con carácter previo a la aprobación de la nueva legislación. Es como si, con el partido empezado, se cambiasen las reglas del partido llevando a quién sabe cuándo la aprobación definitiva.

Para acabar de completar el panorama, Rabanales 21 ya sometió el conjunto de su proyecto urbanizador en 2003 a un completo informe de impacto ambiental de acuerdo a la legislación que en ese momento era aplicable. Lo realizó la empresa especializada GeAmbiental y puede leerse en la página web de la Gerencia Municipal de Urbanismo ya que consta en un expediente que es público. El equipo estuvo coordinado dos funcionarios de la institución municipal y el trabajo práctico fue encargado al urbanista Manuel Ángel González Fustegueras. Los documentos datan de 2003 y establecen la plena compatibilidad del parque tecnológico con la preservación del entorno natural.

La Gerencia de Urbanismo aún no ha emitido ningún documento con poder administrativo en el que se diga que todo va a empezar de nuevo. De hecho, este tipo de informes preceptivos pero no vinculantes han sido objeto en el pasado de negociaciones. La práctica municipal era la de no ceder tan rápido, al menos, para defender los criterios de sus servicios técnicos. Nadie pone en duda, a estas alturas, que el procedimiento administrativo desarrollado se ha realizado conforme a las indicaciones de la Gerencia de Urbanismo. Decir ahora que ha ocurrido un error es abrir una puerta peligrosa a futuras responsabilidades patrimoniales.