Las obras del Templo Romano de Córdoba se retrasan unos días para capturar a los gatos

Las obras que harán visitable del Templo Romano de Córdoba iban a empezar este lunes, pero el Ayuntamiento de Córdoba ha decidido retrasarlas unos días. El motivo no es otro que cumplir la promesa que el primer teniente de alcalde y presidente de Sadeco, Pedro García, hizo a las protectoras de animales, a las que aseguró que se pondría a salvo a la colonia de gatos que habita en las ruinas romanas mientras que duren las actuaciones.

Esta sensibilidad animal ha llevado al Consistorio a retrasar unos días el inicio de las obras de rehabilitación del monumento, mientras consiguen introducir a los gatos en jaulas para llevarlos a otro lugar. Este trámite no se alargará más de tres días, según informaron desde el Ayuntamiento.

Fue una asociación animalista la que alertó de la posibilidad de que los felinos resultaran gravemente dañados al contacto con los químicos que pueden utilizarse para la rehabilitación del templo y se ofreció a acogerlos hasta que terminasen las obras. Eso sí, desde Sadeco se aseguró que los animales volverían a «su casa» cuando estas finalizasen.

No es la primera vez que la protección una colonia de animales hace que se retrasen unas obras en la ciudad. Las del Palacio de Congresos de la calle Torrijos estuvieron paradas para respetar a la familia de cernícalos primilla (una especie de ave protegida) que anidaba en el inmueble. La demolición del plenario no comenzó hasta que la última pareja de pájaros abandonó su nido, para respetar su periodo de reproducción.