Municipal

Dos años de Cosmos, la mayor polémica industrial de Córdoba

Un informe de Salud tumba el expediente que ha generado tensión en la institución

El director de Cosmos con ejemplos de residuos a quemar Valerio Merino

RAFAEL RUIZ

La innovación del PGOU para evitar que Cosmos queme residuos como fuente de combustible ha consumido todo lo que se lleva de mandato (fue la primera promesa electoral de la candidata Isabel Ambrosio) pero su desarrollo oficial ha durado dos años prácticamente exactos. Lo que va desde el 21 de diciembre de 2016 en que pasa por Pleno la aprobación inicial hasta la jornada en la que el equipo de gobierno pegó un tirón al freno de mano.

La gestión ha tenido de todo. Desde protestas laborales y patronales contra la inseguridad jurídica que creaba la medida hasta un evidente cambio de criterio del PSOE, que empezó reclamando el cierre total y ahora aboga por una vía lenta , muy lenta. Por el camino, huelga decirlo, se ha desarrollado una comisión en la que quedaron patentes que el enfrentamiento era casi inevitable.

La técnica para la prohibición siempre ha estado bajo la lupa. En concreto, un cambio en el PGOU de carácter parcial con el objetivo de que nadie pudiese quemar residuos. La Consejería de Salud entiende que se trata de una actividad calificada de industrial tipo cuatro, un tipo de suelo del que no existe ni un metro cuadrado en Córdoba .

Existen urbanistas que sostienen que una cementera, sea cual sea su forma de combustible, ya debería ser industria pesada. Pero Urbanismo se generó sus propios problemas. Acreditó en 2007, con IU en el poder, que el terreno era perfectamente compatible con el uso de residuos para sus hornos. Que es la parte que el actual equipo de la Gerencia intenta remediar a toda prisa .

La Junta siempre ha mostrado sus reticencias a entrar en el debate. Lo hizo mediante las intervenciones parlamentarias del consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, que siempre ha tenido la última palabra. Y la táctica para dinamitar el expediente ha sido un informe sobre salud pública que ha entrado de lleno en aspectos de ordenación urbanística. Esta decisión habla de las diferencias de fondo en los dos partidos del equipo de gobierno que estaban de acuerdo en los fines pero no en las tácticas. Y menos con llegar a las elecciones municipales con este asunto abierto en un momento en el que las fuerzas políticas empiezan a disponer de sondeos frescos .

La decisión de elevar una consulta a la Junta para que diga si hay que cambiar el PGOU en su totalidad es una añagaza . Como bien saben en el gobierno municipal, la respuesta del Gobierno andaluz sobre esta matera solamente puede ser una: usted verá. El inicio de un cambio en el planeamiento es siempre una potestad municipal.

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