La francesa Marion Bartoli, que ganó este jueves a la belga Kirsten Flipkens por 6-1 y 6-2, y la alemana Sabine Lisicki, que se impuso a la polaca Agnieszka Radwanska por 6-4, 2-6 y 9-7, disputarán el sábado la final femenina de Wimbledon. La potente jugadora germana se enfrentará en la final a la número uno francesa, que ha alcanzado por segunda vez el partido por el título en Wimbledon después de haber perdido con Venus Williams en 2007. Lisicki, 24ª de la clasificación de la WTA, jugará, a sus 23 años, su primera final de ‘Grand Slam’, después de dar la gran sorpresa del torneo tras ganar en octavos de final a la gran favorita, Serena Williams, que perdió un partido después de 34 victorias consecutivas.
La alemana derrotó en semifinales, en un emocionante partido, a Radwanska, número cuatro del mundo, que tenía todo a su favor cuando dominaba el tercer y definitivo set por 3-0. «Ya me había pasado contra Serena, así que me dije que podía repetirlo», declaró la alemana. Lisicki sirvió por primera vez para ganar con 5-4, pero falló. Finalmente, tras un largo partido de dos horas y 18 minutos, selló la victoria. «Fue increíble y muy emocionante. Fue una batalla y yo no sabía en ningún momento cómo iba a terminar», añadió la ganadora, primera alemán en una final de ‘Grand Slam’ desde que Steffi Graf alcanzara el partido decisivo en Wimbledon en 1999. «Hicimos un gran partido, pero eso no me consuela. Prefiero ganar jugando mal. Tuve muchas ocasiones y estuve a dos puntos de la victoria, pero algunos errores me hicieron perder», analizó Radwanska, la jugadora con un ránking más alto de las que quedaban en semifinales.
En la primera semifinal Bartoli dominó ante Flipkens de principio a fin, para conseguir la victoria en una hora y dos minutos en la pista central del All England Club. La número 15 mundial cerró un choque perfecto frente a una errática Flipkens, número 20, paralizada por la importancia del juego y ante una rival que cada vez golpeaba más fuerte y mejor, conectando un total de 23 tiros ganadores. Bartoli fue superior en todos los ámbitos del juego. Más potente, excelente en el servicio y precisa en los golpes desde el fondo de la cancha, abrumó en todo momento a una rival prácticamente paralizada por la inexperiencia de enfrentarse a la primera gran semifinal de su carrera.
Completamente perdida en la Central, Flipkens, campeona juvenil en Wimbledon, jamás dio la impresión de poder ganar. Además, llamó al médico cuando perdía 6-1 y 3-0 por dolores en su rodilla derecha, que la molestan desde hace algunas semanas. Bartoli repitió la historia de 2007, aplastando a otra belga en semifinales. Aquella vez la víctima había sido Justine Henin. «Jugué muy bien. Metí muy buenos ‘passings’, buenos globos, todo se dio a la perfección. Concretar un partido así en semifinales de Wimbledon genera un sentimiento increíble», dijo Bartoli, que ganó casi el doble de puntos que su rival (53 contra 28). Gracias a este triunfo, la francesa de 28 años parece haber encontrado serenidad en la hierba de Londres tras apartarse de su entrenador y padre Waltar al final de Roland Garros. «Marion jugó realmente muy bien. Todo el crédito es para ella. En el primer set tuve problemas con una de mis rodillas y unos juegos después me empezó a doler de verdad. Pero creo que tenía que haber jugado al 500 por cien para vencerla hoy», sostuvo Flipkens.
