Thibaut Pinot está corriendo la Vuelta a España con el equipo de la Française des Jeux. Este miércoles ocupó el puesto 45 en una etapa que ganó el australiano Michael Matthew (Orica), una de las jóvenes promesas del ciclismo mundial. En la general, Pinot está en vigesimonovena posición, a 1:41 de Nibali. Tiene 23 años y varios problemas. Con uno de ellos tendrá que convivir durante mucho tiempo, el de ser considerado una de las grandes promesas del ciclismo francés gracias al triunfo de etapa que logró el año pasado en el Tour, en el que finalizó décimo. La experiencia demuestra que otros corredores que vivieron la misma situación se quedaron en eso, en promesas.
Este año abandonó en la decimosexta etapa, enfermo. El segundo problema que padece podría tener solución: el miedo que le paraliza en los descensos y le hace quedarse bloqueado en la carretera. De momento el corredor ha aceptado el ofrecimiento que le ha realizado una persona que se llama Max Mamers, el dueño de varios coches eléctricos que corren en el Trofeo Andros y del Gran Premio de Pau, sobre hielo.
Max Mamers habló con Marc Madiot, director de Pinot, y este la transmitió la oferta a su corredor, que cuando acabe la temporada en el mes de octubre, en el Giro de Lombardía, se meterá en un circuito cerrado para pilotar esos coches.
La idea es que pilote esos vehículos en el circuito de Magny-Cours, donde pueden alcanzar los 190 kilómetros sobre un asfalto de hielo. Según ha explicado Mamers, la idea es «familiarizar al corredor con las velocidades elevadas».
También pensaron en probar en el esquí, «que sería bueno para aprender a manejar las trayectorias, pero no quiero que corra muchos riesgos», ha explicado el técnico francés que desde que es ciclista siempre ha sido partidario de que sus equipos hagan ciclocross y pista.
La idea es que controle ese miedo que tiene en los descensos que le lastra de una forma importante en las pruebas de tres semanas. En el último Tour, en la bajada del puerto de Pailhères (2001) metros, se quedó como paralizado. En Ax3 Domaines terminó a seis minutos de Chris Froome por ese descenso catastrófico.
Pinot confesó: «Yo tengo miedo a la velocidad en los descensos como otros a las serpientes o las arañas. No sé que hacer». Incluso se habló de un problema acaecido hace seis años, cuando era aficionados y una caída al pegarse contra un pivote le dejó con los dos brazos rotos. Según Madiot, cuanto más se habla de sus problemas, más se le acentúan.
Mamers, que se ha ofrecido para ayudarle, es además vicepresidente del equipo de Brive de rugby y fue el creador de la prueba ciclista Paris-Correze. Según él «debería de trabajar la vista para ver los que obstáculos que se le presentan a gran velocidad. Al principio tendrá un instructor a su lado, luego deberá de pilotar solo». El circuito de Magny-Cours tiene muchas escapatorias, por lo que no correría ningún riesgo elevado.
