A Vincenzo Nibali se le está haciendo muy larga la Vuelta a España. Tan larga, que en Peña Cabarga dilapidó los 28 segundos de ventaja que le quedaban sobre un Chris Horner que solo está a tres segundos del maillot rojo.
Peña Cabarga mostró la realidad de este deporte, lo que dicta la carretera: Honer va a más y Nibali, a menos. Al líder se le vio agotado, sin posibilidades de poder levantarse de la bicicleta, con un pedaleo pesado, con fatiga física, que se traduce en un bloqueo mental importante. Horner mostró un pedaleo mucho más ágil, levantándose en la parte más dura en su bicicleta, dejando clavado a Nibali, que lo va a pasar muy mal.
Es cierto que le va a ir mejor el Angliru que el Naranco al italiano, pero también sabe que está muy tocado y que tiene enfrente un ciclista que ha permanecido en un segundo plano, agazapado, esperando su momento. No tardó mucho en dejarse ver este americano, que atraviesa un estado de forma ideal, y lo más importante, tiene en su cuerpo muchos menos kilómetros de competición que Nibali, Valverde y Purito. Lo que sí se puede decir de esta Vuelta es que en las últimas cuatro etapas de montaña que ha habido, las tres de los Pirineos, incluso se podría añadir la Casteldefels, y la de este jueves, con lo que serían cinco, han ganado corredores metidos en escapadas. No hay equipos con la suficiente fuerza como dejar a sus líderes luchando por el botín de las bonificaciones. Formaciones como Astana, RadioShack, Movistar o Katusha han dejado hacer a otros grupos y las bonificaciones han volado.
Ahora, la tarea de control de la prueba recaerá en Astana y RadioShack, sin olvidar que Movistar no ha ganado ninguna etapa y Purito Rodríguez, tampoco, aunque su compañero Dani Moreno lleva dos, las dos por cierto que han conseguido los ciclistas españoles.
Horner marcó un tiempo de 16:49 en la subida a Peña Cabarga. Purito en 2010 realizó un crono de 17 minutos y Froome en 2011, de 17:11. Chris ha pulverizado todos los registros.
