Valverde y Contador se saludan en el podio de Madrid. / Efe
El 9 de septiembre de 2012, Alejandro Valverde finalizaba en segunda posición en la Vuelta a España, la misma posición que ocupó en la prueba hace seis años, en 2006, cuando corría en el equipo Illes Balears, con la misma estructura deportiva de Eusebio Unzue.
Valverde se va de la Vuelta con ese segundo puesto, el maillot verde y la combinada, los dos por delante de ‘Purito’, además de sus dos triunfos de etapa en Arrate y en la Gallina. El botín de Movistar, gracias a su líder, tampoco es nada desdeñable, puesto que le añade la general final por equipos y la crono por grupos de Pamplona, además del liderato de Jonathan Castroviejo.
Unos logros impensables al finalizar el Tour de Francia, cuando no se sabía si Valverde iba a correr la Vuelta después de un Tour en el que las caídas le alejaron mucho de sus objetivos, que pasaban por estar entre los primeros de la general, en una carrera que tampoco le iba muy bien, con demasiados kilómetros de llano.
Valverde llegó a la Vuelta después de que Eusebio Unzue recompusiese su equipo y le incluyese en la formación, siempre con la duda del rendimiento que podría dar un ciclista que comenzó a correr, y a ganar, en el Tour Down Under, en Australia, y que todavía no ha acabado de hacerlo esta temporada.
El murciano ha corrido de forma muy distinta a ‘Purito’ Rodríguez, al que ha sido inferior en montaña, como Contador, pero ha tenido a su favor la regularidad. Además de las dos etapas que ha ganado, ha sido segundo en otras dos y ha terminado en tres ocasiones tercero.
Ha estado peleando el triunfo en siete ocasiones, que es mucha pelea. Curiosamente lleva siete victorias en la presente temporada y ¡27 puestos entre los diez mejores!, lo que explica su fama de depredador, de ciclista que en cuanto ve la línea de llegada se crece.
Su relación con las pruebas del World Tour esta temporada resulta llamativa. Ha sido segundo en la Vuelta a España, segundo en el Tour Down Under, y tercero en la París-Niza, a lo que se une un segundo puesto en la Vuelta a Andalucía, más el noveno puesto en la Vuelta a Suiza.
No hay que olvidarse tampoco de los Juegos Olímpicos. Un año que parecía complicado para él y que está resultando redondo, con un final inesperado, más que nada por lo que hemos dicho antes: la Vuelta no entraba en sus planes.
Le queda el Campeonato del Mundo, en Valkenburg, que todo el mundo afirma que es ideal para sus condiciones. Ese es otro tema en el que poco podrá hacer Movistar, salvo colocarle en la selección el máximo número posible de compañeros de equipo. A los 32 años, Valverde ha sido primero, segundo (en dos ocasiones), tercero, cuarto y quinto en la Vuelta a España. Todo un idilio que solo se rompió en su primera participación, en 2002, con el Kelme, cuando le hicieron abandonar, y en 2009 y 2010, ya que no las corrió.
