'Purito' celebra con champán una de sus victorias. / EFE
El líder de la Vuelta a España, Joaquim Rodríguez, se ha convertido, a los 33 años, en un ciclista de números, es decir, un corredor al que los logros que está consiguiendo en la carretera le permiten ir acumulando un palmarés importante.
Lleva siete etapas ganadas en todas sus participaciones en la carrera y tres de ellas las ha conseguido en la presente edición.
Con la de este domingo suma doce días de líder, con el maillot rojo encima, que se unen a los diez que ha estado en el Giro de Italia, en una temporada redonda, que lleva camino de superar a la de hace dos años en la que fue el primero en la clasificación del World Tour. En años anteriores había sido líder en tres ocasiones en la Vuelta.
También ha ganado dos etapas en el Giro, que se unen a las dos que consiguió en la Vuelta al País Vasco, donde también fue segundo en la general. Sólo le superó Samuel Sánchez, en una contrarreloj rocambolesca en Oñati.
«Mi primera parte de la temporada se terminaba en el Giro de Italia y me salió muy bien. Me quedé con la cosa de donde pude haber perdido tiempo en el Giro para no terminar ganándolo, pero las carreras salen así», explica este corredor menudo, que pesa 55 kilos y que ha conseguido evolucionar de un hombre ganador de etapas y de pruebas de un día, en final en alto, a un líder capaz de disputar una prueba de tres semanas con los mejores.
Para conseguirlo han tenido que pasar trece años, que fue cuando debutó en profesionales, con un largo periodo de aprendizaje en equipos como la ONCE, Saunier Duval o Caisse d’Epargne, donde trabajó para Valverde, con quien sigue manteniendo una gran amistad: «Tenía que tomar un camino diferente, para saber hasta donde podía llegar», explicaba cuando se marchó al Katusha.
Con los rusos, rodeado de los compañeros españoles que ha querido, es con quien se ha destapado como un líder capaz de hacer frente a tres semanas de carrera.
Ha ganado etapas en las tres grandes, también ha sido capaz de ganar pruebas una semana, la Volta a Catalunya o la Semana Catalana, además de hincharse a hacer puestos de honor en otras muchas carreras.
Tiene una especial predilección por la Lieja-Bastogne-Lieja, en la que hasta el momento sólo ha podido ser segundo. También fue tercero en un Campeonato del Mundo, en 2009, en Mendrisio. Ese puede ser su próximo objetivo después de la Vuelta a España.
Si hay algo que llama la atención en su carrera es la regularidad que ha mantenido siempre. Hasta este domingo lleva ¡veinte puestos entre los diez primeros este año!, entre los que hay carreras importantes como las generales de la Tirreno-Adriático y la Vuelta a Oman. Todo ello sin contar las nueve victorias que atesora.
Ya en 2011 se hizo patente esa regularidad, con ¡treinta puestos entre los diez mejores! y con siete triunfos. Ha conseguido esta temporada dar ese pasito necesario para poder vencer. Aparecen segundos puestos en la Flecha Valona y en la Amstel Gold Race, o un tercero en Lombardía.
