Gorka Gerrikagoitia y Miguel Madariaga, manager del Euskaltel Euskadi, en la presentacion del equipo en Derio. / Maite Bartolomé
Miguel Madariaga (Lemoniz, 1944) está a poco meses de que el proyecto que engendró en 1994 llegue a su fin. La Fundación Euskadi dejará de ser elmotor de un proyecto que salió de la nada hasta llegar a los más alto del ciclismo mundial y que cambiará de rumbo, al menos en su apartado profesional, en el equipo WorldTour.
¿Cómo se encuentra Miguel Madariaga en plena Vuelta a España con el futuro de la Fundación Euskadi?
Aparentemente estoy más tranquilo, intentando cerrar todos los asuntos de esta temporada con normalidad y trabajando en el nuevo proyecto.
¿Y cómo va a finalizar el actual proyecto que usted lidera?
Estoy asesorado en el apartado económico por Asier Geruzaga, que es quien lleva toda la aesoría de la Fundación Euskadi y de momento las cosas parece que van bien. Tengo una reunión hoy y otra el lunes con la Diputación de Guipúzcoa que van a ser muy importantes para conocer como terminamos. Tengo confianza en que todo vaya bien. Bildu, conmigo y con la Fundación, siempre se han portado bien y espero que sigan haciéndolo hasta el 31 de diciembre que es cuando terminará lo que comenzamos hace tantos años.
A nivel económico, ¿cómo calificaría la situación?
He ido recogiendo dinero por ahí, que no es fácil teniendo en cuenta la situación en la que nos movemos y ahora mismo nos faltarían alrededor de 480.000 euros para cerrar el agujero que tenemos. Esas cifras son sin conocer lo que podamos hablar con la Diputación de Gipuzkoa. Hemos mirado muchos todos los gastos del equipo, hemos recortado de un lado y de otro, tenemos las cosas al día, se ha cobrado un dinero que nos debían. Si lo de Bildu no sale como esperamos tendríamos que aplicar otro plan.
¿Tienen algún tipo de acuerdo con Bildu?
Tenemos acuerdos verbales y siempre los han cumplido.
¿Qué plan sería el que tendrían que aplicar?
Tenemos unos activos que nos veríamos obligados a vender. Dispones de cuatro autobuses, un camión y una caravana propiedad de la Fundación. Llamaríamos a una empresa para valorarlos. Euskaltel, –el nuevo proyecto–, necesita comprar estos activos. So vehículos preparados para un equipo ciclistas. Pienso que con un poco de voluntad podríamos llegar a un entendimiento perfecto para que no tenga ningún problema.
¿Cuáles son sus relaciones con la empresa Euskaltel en estos momentos?
Normales. Esperando a ver sí llegamos a un acuerdo. Pasa el tiempo y no lo hemos logrado. No me han dicho nada, pero veo que no necesitan a la Fundación para nada. Ellos van por un camino y nosotros, por otro. Creo que llevan bien el nuevo proyecto.
Y usted, ¿que va a hacer en el futuro? ¿Va a seguir la Fundación Euskadi?
Ya he empezado con un proyecto de formación. De momento, lo vamos a comenzar con juveniles becados y con un equipo de aficionados que seguirá patrocinado por Naturgás. Ya he llegado a un acuerdo con ellos.
¿Y Orbea? ¿Va a seguir el equipo de categoría Continental que surtía de corredores a Euskaltel?
No, no va a seguir, no al menos como hasta ahora. Orbea seguirácon el nuevo Euskaltel y con nosotros ha llegado a un acuerdo por el que nos proporcionarán material a buen precio, pero no financiarán el equipo.
¿Qué es lo que cuesta un grupo de esa categoría como el que ha tenido esta tenporada?
Unos 750.000 euros. Si podemos, haremos algo igual y si no, tengo un plan B. Tengo dos planes.
¿En qué consiste el plan B?
No quiero sacar un proyecto sin tener asegurada su financiación, como pasó cuando salimos con Euskadi, arriesgando muchas cosas, incluído mi patrimonio personal. Estoy trabajando en ello, pero la situación a nivel económico es la que es. Así empecé hace veinte años, en línea con la filosofía que hemos tenido desde entonces, en un proyecto que nos une a todos. Mi idea es seguir con la Fundación Euskadi, aunque me dejen un agujero económico.
De verdad, ¿cómo ve la situación en la que se encuentran usted y la Fundación Euskadi?
Tampoco estoy mirando las cosas de forma tan drástica. Las miro con optimismo. Llevo un mes trabajando en la nueva idea. Ví que la nueva idea que tenía Euskaltel no iba acorde con la Fundación y las perspectivas para arreglar todo son al menos buenas.
¿Qué piensa de Igor González de Galdeano?
Desde el día que le fiché he tenido un entendimiento sensacional con él. Por determinadas circunstancias, por la presión que tenía, que no vino por parte mía, prefirió no seguir en el equipo. Yo no le presioné. Ahora lleva otro proyecto, otro camino. No creo que a Igor le moleste que yo siga con mi idea adelante. Sé que está trabajando mucho y le deseo lo mejor en el futuro.
Se le nota más optimista que hace unos meses, ¿por qué?
Porque se están haciendo las cosas con sesnsatez, se mira el dinero que se tiene que gastar al milímetro, incluyendo los gastos que tiene el equipo en la Vuelta a España. Yo no estoy haciendo toda la carrera y mi sitio lo ha ocupado el cocinero. Intentamos que no haya ni un euro de gasto extra, ni en la Vuelta ahora, ni antes en el Tour. Todos los gastos de más que hagamos van al agujero que ya tenemos. Voy a esperar a ver que pasa con los activos que tenemos y si no los compra Euskaltel los pondré a la venta a algún otro equipo.Necesitamos ese dinero.
¿Es de los que piensa que la Vuelta al País Vasco y Euskaltel unen a Euskadi?
La Vuelta al País Vasco es un referente para el ciclismo. Yo le daría incluso más etapas. Euskaltel ha sido hasta el momento un referente. Me gustaría que con el nuevoproyecto lo siguiese siendo, como hasta ahora, por el bien del ciclismo. Los dos han unido sin problemas las sensibilidades que hay en Euskadi.
¿Qué le parece la actuación de Euskaltel en la Vuelta a España?
Los corredores están comprometidos y todavía quedan etapas que pueden ser favorables para nosotros. He estado unos días fuera de la carrera pero volveré a ella. Sigo confiando en que podemos hacer cosas.
