¿Aprobarías un examen de la Restauración borbónica? Ejercicio: el «caciquismo» y el «turno de partidos»
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¿Aprobarías un examen de la Restauración borbónica? Ejercicio: el «caciquismo» y el «turno de partidos»

En realidad, el sistema se basó en un amaño continuo de las elecciones con el objetivo de conseguir un país estable

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En realidad, el sistema se basó en un amaño continuo de las elecciones con el objetivo de conseguir un país estable

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  1. Preguntas

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    A pesar de que Cánovas había ideado, a primera vista, un sistema democrático de garantías para España, la realidad fue bien distinta. Y es que, en apenas unos meses, las elecciones pasaron a ser un total fraude al llevar premetidamente hacia un bipartidismo absolutamente pactado por los principales grupos políticos. Esta época es, a día de hoy, estudiada en los colegios e institutos. ¿Crees que sabrás más de ella que un alumno de la Educación Secundaria Obligatoria?

    Puedes demostrarlo mediante el siguiente test (2 puntos por pregunta acertada)

    1-Define los términos «turno de partidos» y «caciquismo» aplicados a la época de las Restauración borbónica.

    2-¿En qué consistía el procedimiento de «turno de partidos»?

    A-Los dos partidos se relevaban en el gobierno de manera pacífica concediéndose plazos razonables de gobierno para llevar a cabo ciertas reformas.

    B-Los dos partidos aceptaban cambios de importancia realizados por su enemigo político y se comprometían a mantenerlos cuando llegaran al poder.

    C-Un partido político podía pedir a su contrario que le dejara gobernar cuando consideraba que había llegado su momento.

    D-Todas las anteriores son válidas.

    3-Explica cómo, a nivel legal, los partidos se turnaban en el poder.

    4-¿En qué tres pilares se basaba el «caciquismo»?

    5-¿Cómo funcionaba, a nivel práctico, el sistema de «caciquismo»?

  2. Respuestas

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    1-Al hablar de «turno de partidos» se hace referencia a la alternancia pacífica que se sucedió en la época de la Restauración de los dos principales partidos (el Liberal y el Conservador). En una manipulación manifiesta del sistema, estos grupos políticos llegaban constantemente a acuerdos para –celebrando falsas elecciones- turnarse y perpetuarse en el poder bajo la premisa de mantener una cierta estabilidad en el sistema.

    El «caciquismo», por su parte, hace referencia al amaño premeditado que ambos partidos políticos hacían de las elecciones con el objetivo de turnarse en el poder. Concretamente, mediante un complejo sistema modificaban los sufragios para que éstos arrojaran resultados favorables sobre aquel grupo que ellos hubieran acordado que gobernaría.

    2-D

    3- Cuando un partido consideraba que ya había llegado su turno de gobernar, o su contrario le solicitaba hacerlo, el rey –según el poder que le daba la Constitución- mandaba formar gobierno al nuevo grupo. A continuación, disolvía las Cortes y convocaba elecciones que, debidamente manipuladas, daban la victoria al solicitante. El contrario pasaba a ser la oposición.

    4-La trama corrupta del «caciquismo» se organizaba en base a tres pilares principales:

    -La oligarquía: Formada por altos cargos políticos, y personajes influyentes de la sociedad tales como ministros o propietarios de periódicos.

    -El gobernador civil de cada provincia.

    -Los caciques locales de los pueblos y aldeas. Personajes de gran importancia en pequeños territorios que daban trabajo a una considerable cantidad de personas o de cuyas decisiones dependía el devenir de un grupo considerable de gente.

    5-Cuando se pretendía modificar el gobierno y que el partido de la oposición entrara en él, los oligarcas transmitían las instrucciones necesarias para amañar las elecciones a cada uno de los gobernadores civiles. Éstos, a su vez, elaboraban una lista con los candidatos que debían ser elegidos en cada localidad y se la daban a los caciques locales.

    Finalmente, estos pequeños líderes de aldeas y puebloss se encargaban de manipular las elecciones mediante dos métodos principales: en primer lugar, amenazaban a sus trabajadores con el despido si no votaban a quién ellos decían y, en segundo, mediante el simple «pucherazo» (cambiar las urnas con los votos que ellos deseaban).

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