La región de las Highlands bernesas se ha convertido, con los años, en uno de los lugares más exclusivos del mundo. Situada en pleno corazón de los Alpes suizos, Gstaad alberga tranquilidad, discreción y, sobre todo, mucho lujo. Su pueblo y sus inmensas pistas de esquí son sólo alguno de los ejemplos.
Repleta de calles peatonales y con chalets de estilo alpino, el centro invernal acoge cada temporada a familias reales y la más alta sociedad en busca de unos días de descanso. Un lugar perfecto gracias a los numerosos lagos, los frondosos bosques y los prados que integran el precioso pueblo helvético.
Allí, donde se dan cita las grandes fortunas y las mayores celebrities, se pueden encontrar las tiendas más exclusivas del mundo y algunos hoteles espectaculares. El último, The Alpine, construido hace sólo un año, se convirtió en el primero cinco estrellas superior de Gstaad.
250 kilómetros de esquí y un glaciar
Pero el corazón de Suiza no es únicamente lujo fuera de las pistas o el lugar donde pasó su arresto domiciliario Roman Polanski, y es que poder disfrutar de más de 250 kilómetros de esquí no está al alcance de prácticamente ninguna. Gstaad ofrece a sus usuarios una gran variedad de deportes invernales y un paisaje inigualable.
Conseguir deslizarse por el único glaciar esquiable del Oberland bernés, el glaciar 3000, es una de las posibilidades de la estación suiza, considerada en la actualidad una de las tres mejores zonas de esquí de fondo del país. Un lugar, además, donde se encuentran las exclusivas pistas de Gstaad, Wasserngrat, Wispile o Eggli.
Todas ellas están a la altura de la estación con sus clubs y restaurantes, donde descansar y poder disfrutar de una comida alpina. Una estación que incluso tiene remontes diseñados por algunos de los mejores arquitectos y que se considera un paraíso para todos los amantes del trineo y del freeride.
Lujoso Après Ski
Sus sencillas pistas, en su mayoría azules y rojas, viven cada día el comienzo de un día que finalizar con un Après Ski que es casi tan famoso como el esquí. Las numerosas opciones que ofrece Gstaad para disfrutarlo comienzan por sus fuentes de agua termales o los más lujosos spas de hoteles como el Gran Hotel Park o el Gstaad Palace. Su extensa carta de tratamientos tras un largo día en las pistas es el mejor momento para relajarse.
Casi tanto como sus exclusivos restaurantes, donde disfrutar del aperitivo antes de cenar en lugares como el Berghaus Wasserngrat, que ofrece dos terrazas recubiertas de nieve y unas preciosas vistas. No menos espectacular que sus tiendas es el GreenGo, la discoteca del Gstaad Palace, donde la alta sociedad se divierte cada noche.
