Los lagos en cráteres volcánicos más asombrosos del mundo
Vista aérea del Crater Lake, con la isla Wizard en primer plano - Zainubrazvi

Los lagos en cráteres volcánicos más asombrosos del mundo

En estos cráteres una vez hubo fuego. Ahora hay lagos bellísimos. Diez ejemplos que nos dejan con la boca abierta

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En estos cráteres una vez hubo fuego. Ahora hay lagos bellísimos. Diez ejemplos que nos dejan con la boca abierta

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  1. Crater Lake, en Oregón (Estados Unidos)

    Vista aérea del Crater Lake, con la isla Wizard en primer plano
    Vista aérea del Crater Lake, con la isla Wizard en primer plano - Zainubrazvi

    Las secuoyas se elevan hacia el cielo en el Parque Natural Crater Lake (Oregón, EE.UU.) pero sobre la tierra se halla su gran tesoro: el lago volcánico más profundo y con el agua más cristalina de Estados Unidos. Crater Lake se formó hace aproximadamente 7.700 años tras la gran erupción del volcán Monte Mazama y su hundimiento. Poco a poco, el hueco del cráter ─de unos nueve kilómetros cuadrados─ se fue rellenando con agua procedente de la lluvia y el deshielo. Pese a los 597 metros de profundidad, el agua luce un color azul intenso y en el fondo aún se mantiene actividad hidrotermal. En medio de la caldera volcánica surge la cónica Isla Wizard, que apareció tras la emanación de lava en la parte inferior del lago, a la que se puede acceder con alguna de las pequeñas embarcaciones que realizan excursiones en este paraje.

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  2. Lago volcánico Quilotoa, en Ecuador

    Cuenta la leyenda que esta zona volcánica surgió por los cruentos enfrentamientos entre Quilotoa, el dios de las erupciones, y Toachi, dios que vivía bajo la superficie de la laguna. Los celos de Quilotoa se despertaban al contemplar cómo el cielo se reflejaba en el agua y desataba la furia del volcán que escupía lava de ira. Actualmente, en la Reserva Ecológica Los Ilinizas, en la provincia de Cotopaxi, la atracción del lugar es la laguna elíptica de tres kilómetros de diámetro que alberga el cráter del volcán Quilotoa. Hace años en el agua predominaba el color amarillo por el sulfuro, pero la invasión de las algas en las profundidades y los minerales disueltos la tornaron a un tono verde esmeralda. La actividad volcánica permanece en el fondo, donde aún existen fumarolas y zonas de aguas termales. Desde el mirador natural, en el borde del cráter, se pueden observar los días de buen tiempo otros volcanes como el Cotopaxi, Iliniza Norte e Iliniza Sur.

  3. Lago volcánico Kelimutu, en Isla Flores, Indonesia

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    La magia y el misterio se dan la mano en la Isla Flores. Los tres lagos que coronan el volcán activo Kelimutu mantienen un juego cromático que hipnotiza a cualquier visitante. El agua de cada uno de ellos posee una tonalidad diferente. El color del «Lago de los Ancianos» recuerda al título de la película de Daniel Sánchez Arévalo: «Azul oscuro casi negro»; en el «Lago de los hombres y las mujeres jóvenes» destaca el intenso azul turquesa y el «Lago encantado» viste sus encantos de color café. Además, para añadir más intriga, los tonos de los lagos han variado a lo largo del tiempo. Las explicaciones científicas de estos sucesos apuntan a que las reacciones químicas que se desarrollan en el interior del volcán generan cambios de oxidación en los elementos de los lagos y modifican el color de las aguas. Sin embargo, los habitantes de la isla consideran este lugar como un enclave espiritual y argumentan con misteriosas leyendas místicas el bello espectáculo natural de colores y agua.

  4. Lago Heaven, Montaña Baekdu, en China y Corea del Norte

    ¿En qué país se localiza el volcán que oculta el paraíso en su interior? Acertar con la respuesta no es tarea fácil porque justo se encuentra en la frontera entre China y Corea del Norte. El volcán Baedku, separación natural entre estos dos países, esconde en su cima El Lago Heaven o Lago Paraíso que descansa en su cráter. El encanto de este lago de 5 kilómetros de anchura y 850 metros de profundidad se multiplica de octubre a junio, cuando sus aguas se congelan y se transforma en un espejo de hielo. En la época de deshielo el agua desciende por una cascada de 70 metros y alimenta a los ríos Songhua, Tumen y Yalu.

  5. Lago volcánico Licancabur, en Chile

    Albert Backer

    El volcán Licancabur destaca por su forma, un simétrico cono de gran altura en la cordillera andina, y por el interés arqueológico y antropológico que despiertan los restos incas que se encontraron en la cima y las laderas. Licancabur se ubica en la frontera de Chile y Bolivia. La Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa se localiza en la parte de Bolivia, zona protegida por la Laguna Verde, hábitat natural de los flamencos andinos, bellas aves de patas largas y tonos rosados,.

    En el cráter del volcán, territorio chileno, se encuentra la laguna de unos 90 metros de ancho que pese a las bajas temperaturas nocturnas nunca se congela del todo por el calor que desprende la montaña. La excursión hasta la cima requiere cierta preparación y capacidad para resistir la altura (el volcán se encuentra a 5.920 m). Un esfuerzo que al final obtiene una gran recompensa: contemplar el lago Licancabur.

  6. Lago volcánico Ruapehu, en Nueva Zelanda

    GothPhil

    Si los seguidores de la saga de «El Señor de los Anillos» acuden a visitar el Parque Nacional de Tongariro sentirán que caminan sobre las tierras de Mordor, pero si abandonamos la fantasía y nos centramos en la realidad descubriremos que en este parque nacional, el más antiguo de Nueva Zelanda y reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, reside la fuerza de la naturaleza. Ruapehu, Ngauruhoe y Tongariro son las tres montañas volcánicas activas en el epicentro del parque. La cima del volcán Ruapehu está coronada por tres picos y entre ellos se encuentra un enorme cráter que, entre erupción y erupción, se llena de agua y genera el conocido lago volcánico Ruapehu.

  7. Lago del cráter del volcán Irazú, en Costa Rica

    Matthew Karsten

    Costa Rica, el territorio con más biodiversidad del planeta por kilómetro cuadrado, posee el mayor número de Parques naturales. En uno de ellos, en el Parque Nacional Volcán Irazú, se encuentra el volcán activo Irazú -sin erupciones desde 1963- de forma cónica, paredes escarpadas y el más alto del país. En su cima se hallan varios cráteres, pero en este caso nos vamos a centrar en el Cráter Principal donde se encuentra el Lago Verde que se formó por la acumulación del agua de la lluvia en su cono. El tono esmeralda del agua resulta de la combinación de luz, los minerales que expulsa el volcán y los gases que se emiten en el interior del lago.

  8. Lagos de cráter en el Parque Nacional Queen Elizabeth, en Uganda

    Si alguien nos dice que ha estado en un safari fotográfico en Uganda nuestra mente nos bombardea con imágenes de hipopótamos, elefantes, leones y leopardos campando libres y felices por la sabana. En el Parque Nacional Queen Elizabeth, con una extensión de más de 1980 kilómetros cuadrados y declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1979, este sueño está asegurado, pero hay más. En este auténtico paraíso, la naturaleza nos sorprende con su amplia zona de cráteres -producto de explosiones volcánicas- cubiertos de agua salina que durante la estación de lluvias se convierten en un abrevadero natural para la variada fauna que allí reside. Además, en este parque podrá avistar más de seiscientas especies de aves, una auténtica tentación para los amantes de los pájaros.

  9. Lago geotérmico Viti, en Islandia

    boaworm

    ¿Alguien sabe dónde está el infierno? En Islandia lo tienen claro o por lo menos nos dan una pista. El volcán Viti (infierno en islandés) alberga en su cráter un lago verde formado por el agua almacenada de la lluvia. La zona de Krafla, una caldera volcánica de unos diez kilómetros de diámetro plagada de fisuras, volcanes de lodo hirviente y fumarolas humeantes, es donde se encuentra el volcán Viti, que pese a su inactividad se encuentra en una zona con bastante actividad geotérmica.

  10. Lago volcánico Taal, en Luzón (Filipinas)

    Por último, vamos a intentar describir uno de los fenómenos naturales de Filipinas. Despeje su mente y piense por un momento que está jugando con una muñeca rusa matrioska y que al abrirla aparece otra en su interior. Ricemos el rizo: en vez de muñecas vamos a imaginarnos volcanes e islas. Empieza el juego. Luzón es una isla de Filipinas, en la zona de Batangas. En el interior de una de sus calderas se encuentra el lago Taal, llamado así porque en él se encuentra el volcán Taal en cuyo cráter se halla un lago, que es el más grande del mundo dentro de una isla. Pero aún hay más: dentro de este lago se ubica una pequeña isla, Punta Vulcano (Volcan Point). ¿Alguien da más?

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