¿Qué comen por Navidad en otros países?

Bûche de Noël (Francia)

El historiador y pastelero Pierre de Lacam decidió en el siglo XIX darle una vuelta a la antigua tradición francesa de sentarse en familia frente a la chimenea contemplando arder un leño decorado lo suficientemente grande como para durar toda la noche. Su propuesta consistió en remplazar el madero por un delicioso postre a base de un bizcocho y crema de chocolate decorado con fruta y azúcar glass. La bûche de Nöel o tronco de Navidad es sin duda el dulce protagonista de las fiestas, y el restaurante madrileño La Fayette, poseedor de un Sol, lo sirve fuera de carta durante todo el mes de diciembre.

Hallacas (Venezuela)

El manjar por excelencia de la gastronomía venezolana es la hallaca, que aunque se prepara durante todo el año adquiere en estas fechas una connotación especial. Y es que además de disfrutar del sabor de esta masa de maíz rellena de guiso de carne y envuelto en hojas de plátano, durante las fiestas también es tradición compartir en familia su trabajosa elaboración. Para saborearlas un poquito más cerca, una de las mejores opciones es ir al restaurante Alma Llanera, donde las hacen con tanto mimo y detalle que probarlas nos traslada al mismo Caracas.

Toshikoshi soba (Japón)

Para tener una larga y próspera vida, los japoneses comen el 31 de diciembre los toshikoshi soba o fideos de fin de año. El Ōmisoka, nombre por el que se conoce esta noche en el país del sol nacienta, es una de sus fiestas más destacadas en su calendario y el restaurante YokaLoka, que también ofrece cursos de cocina japonesa, te acerca su sabor sirviéndote estos ricos y larguísimos noodles caldosos de trigo sarraceno o alforfón los días 29, 30 y 31 de diciembre.

Vitel toné (Argentina)

Llegado directamente desde Piamonte (Italia), el Vitel Toné se ha convertido en uno de los entrantes imprescindibles en las mesas navideñas argentinas. Consiste en acompañar una buena ternera con una salsa elaborada con atún, huevo y leche y se sirve frío, lo que no debe sorprender a nadie, teniendo en cuenta el calor que hace en estas fechas. En muchos restaurantes españoles podemos encontrar esta delicia, aunque en pocos está tan delicioso como en El Calafate. Este local de Barcelona cuenta con un ambiente muy acogedor y está considerado uno de los mejores de la ciudad.

Julbord (Suecia)

La nochebuena sueca se disfruta en familia alrededor del Julbord. Consiste en un generoso bufé en el que no pueden faltar platos tan típicos de estas fechas como el Julskinka (jamón navideño), los arenques ahumados, las salchichas de reno y alce, Janssons Frestelse (guiso a base de pescado en conserva, patatas, cebolla y crema), Pepparkakor (galletas de jengibre) y Glögg (vino con especias) y Snaps (aguardientes de frutas) para beber. El menú completo lo ofrecen desde el 27 de noviembre en el restaurante Pappa Sven, embajada de la gastronomía nórdica en el céntrico barrio barcelonés del Eixample.

Sarmales (Rumanía)

Estos rollitos de repollo rellenos de carne y arroz cocinados al vapor nunca deben faltar en una celebración rumana, y mucho menos en Navidad. Existen numerosas versiones, según la zona del país donde se cocinen, pero todas suelen acompañarse con un puré de harina de maíz llamado Mămăligă que completa este plato que vale cada minuto que se pierde en su laboriosa preparación. En Madrid podemos probarlo durante todo el año en un restaurante modesto pero muy auténtico donde las comidas se acompañan de música tradicional rumana: el Poiana Brasov (Infantas, 6, 28004 Madrid; 915238105).

Lentejas (Italia)

La Notte di Capodanno no sería lo mismo en Italia sin un buen plato de lentejas, símbolo del dinero que promete desde los tiempos del Imperio Romano un año nuevo lleno de riqueza. Los más clásicos las sirven con cotechino (salami), pero en los restaurantes Don Giovanni se ha reinventado la receta preparándolas al curry, con sobrasada de Calabria y cangrejo real. Para terminar la cena tampoco podía faltar el popular Panetonne, hecho en colaboración con el gran Paco Torreblanca, uno de los mejores reposteros del mundo.

Glühwein (Alemania)

Pese a ser cuna de algunos de los mejores maestros cerveceros de todos los tiempos, cuando la Navidad llega Alemania, el Gluhwein se convierte en la estrella. Se trata de un vino caliente con especias, generalmente tinto, que con la llegada del Adviento inunda los mercadillos navideños como una forma deliciosa de hacer frente a las bajas temperaturas. Si tenemos ganas de entrar en calor, podemos probarlo en un pequeño local del Raval barcelonés llamado Devil’s Kitchen: lo mejor de la cocina tradicional alemana con un trato de lo más amable.

Fuente: Guía Repsol.