¡Cuando no se hace nada, no hay riesgo de equivocarse! Esa máxima se cumple siempre. A quien hace algo, en los distintos órdenes de la vida y yerra, se le crítica. Resulta que a Valverde y a sus compañeros de Movistar, después de la etapa que realizaron el pasado domingo, camino de Bagnéres-de-Bigorre, les han llovido reproches desde distintos sectores. Les acusan de no haber atacado a Froome, en el llano, para dejarle definitivamente fuera de carrera, aprovechando que estaba sin equipo. Vamos que les dicen que prefirieron asegurar lo que ya tenían asegurado, el segundo puesto en la general, la clasificación por equipos y mejor joven.
La verdad, cada día que pasa, se entiende menos lo que piensan determinados directores. ¿Dónde estaban los demás equipos para colaborar en ese terreno, el llano, y atacar a Froome hasta reventarle? Los que no se movieron fue porque o bien no le veían claro, o porque no podían hacerlo. Alguien debe de pensar que el Sky, sus responsables en carrera, son tontos. Froome iba sin compañeros de equipo, pero lo que nadie duda es que en caso de necesidad hubiese encontrado alguna mano amiga que le hubiese ayudado a tirar.
Sí Saxo-Tinkoff no se movió es porque no pudo hacerlo, o lo que es lo mismo, porque Contador no estaba bien. ¿O alguien piensa que si Contador se ve pletórico no ataca?
¿Quien más nos queda? Purito Rodríguez tenía algunos compañeros, pero tampoco pasó por un buen día. Los hombres del Belkin, Mollema y Ten Dan, estaban en otra película. Es muy bonito decir que había que atacar en el llano. ¿Con Valverde? ¿Con Nairo Quintana? ¿Con Rui Costa? Atacarle a un medalla de bronce en los Juegos Olímpicos contrarreloj, Froome, en un tramo de llano es una temeridad, y también dejar al descubierto a Alejandro Valverde, con mucha gente dispuesta a eliminarle, por si acaso este es su Tour.
Aquí cada equipo y cada corredor mira lo suyo. Cuando se habla de alianzas de corredores españoles, a uno le entra la risa, salvo que sus intereses coincidan.
