La doctora Rocío Gil Ruiz
La doctora Rocío Gil Ruiz - abel martínez

«Para tener unos ojos sanos hay que caminar una hora diaria»

Doctora Rocío Gil Ruiz, coordinadora de la Unidad de Retina Quirúrgica del hospital de Talavera de la Reina

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Oftalmóloga desde 2004, la doctora Rocío Gil Ruiz presentó en 2010 su tesis doctoral sobre diabetes y embarazo. Desde 2014 es coordinadora de la Unidad de Retina Quirúrgica del hospital de Talavera de la Reina, donde su equipo realizó con éxito la primera intervención quirúrgica de retina en este centro sanitario el 23 de septiembre.

—¿En qué consiste esta cirugía?

—En el mismo acto quirúrgico operamos la catarata y la retina. Esta última cirugía se llama vitrectomía. Primero hacemos la cirugía de la catarata, que está en el polo anterior del ojo, y luego realizamos la vitrectomía, que es el proceso quirúrgico mediante el cual se extrae el humor vítreo. Utilizando la vía pars plana, se consigue extraer todo el humor vítreo a través de un pequeño agujero a ese nivel, respetando por completo el segmento anterior del ojo, mediante microincisión y sin sutura.

La primera cirugía que realizamos fue en un paciente con hemovítreo diabético al que le había sangrado la retina. Lo que hicimos primero fue extraer la catarata y después, mediante la vitrectomía, extraer toda la sangre que había en el ojo. Para finalizar se dio láser en toda la retina con el fin de que esos vasos no volvieran a sangrar. Ahora realizamos una intervención cada martes, y en ellas contamos con la colaboración del doctor Óscar Gutiérrez, retinólogo del Hospital Universitario de Fuenlabrada, y una enfermera de este centro.

—¿Con qué material trabajan?

— La dirección médica y la gerencia del hospital ha hecho una importante inversión económica, ya que han adquirido un instrumental último modelo. El instrumental microquirúrgico que tenemos no tiene nada que envidiar al de los mejores servicios de retina de España. Y esto es importante.

—Hasta ahora, ¿a dónde tenía que desplazarse un paciente de Talavera para operarse?

—Eran derivados a los hospitales de referencia del Sescam: Toledo, Alcázar de San Juan y Ciudad Real. Estos centros se encuentran de Talavera a 78, 180 y 190 kilómetros, distancias importantes para los pacientes y sus familiares, que también tenían que desplazarse no solamente el día de la cirugía, sino para las revisiones posteriores. Además, con esta cirugía no se quedan ingresados en el hospital, y esto también mejora la satisfacción del paciente y de sus familiares.

—¿Cómo es el paciente tipo que pasa por su consulta?

—Se atienden desprendimientos de retina, agujeros maculares, trombosis venosas…, pero el grueso de la consulta lo forman pacientes diabéticos de larga evolución y mal controlados. Esto último significa que tienen la glucemia elevada o demasiado baja. Esa inestabilidad de la glucemia genera lesiones oculares que tienden a sangrar y, cuando sangran, quitan visión. Es lo que se llama la retinopatía diabética y el edema macular diabético.

—¿Están relacionadas estas lesiones con la edad del paciente?

—Cuanto más tiempo de evolución tenga la diabetes más posibilidades hay de tener lesiones en la retina. Pero también hay un importante grueso de pacientes que son muy jóvenes, entre los 20 y 30 años, que llevan pocos años de evolución de la diabetes, pero que por el estrés de vida que llevan no tienen tiempo para una buena rutina alimenticia y practicar deporte. Por lo tanto, la glucemia no la tienen controlada, lo que genera lesiones oculares muy pronto. La diabetes afecta al corazón, a los dedos de los pies, a los riñones y también a los ojos. En un altísimo porcentaje de pacientes que son diabéticos y no lo saben, lo descubren cuando van al oftalmólogo porque empiezan a perder visión. Y es el oftalmólogo el que les dice que tienen diabetes, que tienen lesiones oculares de diabetes y, por tanto, es diabético.

—¿Qué tal se cuidan los ojos los castellano-manchegos?

—Por ahora, muy bien. Además, los pacientes y familiares están muy contentos y satisfechos con la atención que se les están dando y con la calidad asistencial.

—¿A partir de qué edad es conveniente la revisión de los ojos?

—Los pacientes diabéticos tienen que ir al oftalmólogo una vez que se les diagnostica la enfermedad. Y luego requieren revisiones anuales por parte del oftalmólogo. Si ya vemos en la consulta que hay lesiones, se le pueden realizar las revisiones más a menudo. A los niños les revisa el pediatra y si ve alguna anomalía, los remite al oftalmólogo.

—Para una oftalmóloga, ¿qué es mejor: llevar gafas o lentillas?

—Depende. Las gafas siempre hay que utilizarlas y las lentillas, en momentos ocasionales. Las gafas nos van a entorpecer muchísimo, por ejemplo, para hacer deporte o en momentos puntuales del trabajo, pero no se debe abusar de las lentillas, no más de seis horas diarias consecutivas. Si se descansa durante unas horas, podemos volver a ponérnoslas sin problemas.

—¿Qué patología se ha incrementado durante los últimos años?

—Fundamentalmente, la miopía magna, gente miope con muchas dioptrías, a partir de 6 ó 7. Vemos bastantes pacientes y, sobre todo, diabéticos. La población diabética no está bien controlada, generan lesiones oculares muy pronto y se quedan ciegos muy pronto. Estamos viendo gente con 30-40 años con muy baja visión. Esto se debe a que el estrés de vida que llevamos no nos permite controlar bien la alimentación, no se hace ejercicio, llevamos una vida cada vez más sedentaria y se suele comer comida rápida y con muchas grasas, que no favorece ni a la diabetes, ni a la hipercolesterolemia, ni al ojo. La vida que tenemos ahora no es la vida que tenían nuestros padres. Ni en estrés, ni comemos igual, ni a las mismas horas, ni de la misma manera. Nos llevamos la comida al trabajo, generalmente comida rápida; no hacemos ejercicio, vamos a todos los sitios en metro o en coche, no caminamos. Todo eso tiene que afectar al ojo.

—Entonces, ¿qué recomienda para tener unos ojos sanos?

—Hacer deporte, dieta mediterránea y acudir a revisiones del médico de familia y del oftalmólogo periódicamente. Con caminar una hora al día está bien, con la ida y la vuelta del trabajo sería suficiente.

—¿Fumar y beber también afectan a la salud de los ojos?

—Claro. Fumar y beber no son acciones buenas para ninguna parte del organismo, y para el ojo tampoco. Por fumar y por beber se producen también lesiones en la retina.

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