La Peraleda, terraguero indigno

Creo que resulta impropio e indigno que la feria de una ciudad como Toledo, capital regional y con más de 80.000 habitantes, celebre sus fastos en un lugar como la Peraleda. Sitio céntrico relativamente, con mucho espacio para aparcar e instalar cierto número de atracciones, pero situado en un terraguero, con gruesas piedras sueltas, con polvo, baches, sin apenas árboles, etc. Lo peor es que en este lugar las carencias, se vienen arrastrando desde hace muchos años y varias Corporaciones, que han dicho que había que cambiar de lugar, pero les ha faltado el impulso final, tomar la decisión. Incluso se llegó a hablar de la Huerta del Rey como alternativa.

No resulta extraño que los feriantes expresen sus quejas respecto a la ubicación, con cuatro árboles para que éstos estacionen allí sus carromatos y enseres durante la estancia en la ciudad.

Ya sabemos lo que sucede con los problemas cuando no se resuelven, que no solo no se solucionan, sino que se enquistan y olvidan.

Estuve en el ferial, en el terraguero que se forma, el día después de la inauguración a una hora normal, entre las 11 y 12 de la noche. Algunos grupos de chavales con menos dinero en el bolsillo que un difunto, y algunas matrimonios montando a sus hijos en las atracciones, además de personas sueltas. Echo de menos atracciones de siempre como el látigo y la ola y viene como novedad la cárcel, una atracción que seguro marea y noquea bastante a sus clientes. El tren de la bruja y los coches eléctricos siguen presentes y vigentes y acuden los caballitos de siempre y un guitoma, al que no veía desde hace ni se sabe.

En fin, quien ose buscar en serio una alternativa a la Peraleda, pasará a la historia como alguien que se atrevió a hincar el diente a un problema serio que tiene la ciudad cuando llega la feria de agosto y el Corpus Crhisti. La Vega no puede acoger más de lo que le echan; bastante soporta estos días el mercadillo medieval y los múltiples espectáculos que hay diariamente para pequeños y mayores. Pero por favor, hagan algo por acabar con ese lugar indigno y humillante donde nos congregamos en la feria.