La Biblioteca «sacará la poesía a la calle» en el mes de septiembre

«Es el momento de sacar la poesía a la calle y devolverla a las bibliotecas». La frase no pertenece a Lope de Vega ni a Rubén Darío. Tampoco se trata de una afirmación del maestro barroco Francisco de Quevedo. En esta ocasión ha sido Alicia Martínez, poeta y directora del Festival de Poesía Voix Vives-Toledo, quien ha señalado la necesidad de acercar un arte tan minoritario a los ciudadanos.

Martínez anunció ayer, junto al director de la Biblioteca regional, Juan Sánchez, que la Biblioteca será el lugar que acoja en septiembre la tercera edición del Festival Internacional de Poesía Voix Vives.

La colaboración irá orientada en dos sentidos. Por un lado, se pretende «sacar la poesía a la calle», por lo que un «stand» será instalado en la Plaza del Ayuntamiento a comienzos del mismo mes.

«Será un punto de encuentro de la biblioteca con los ciudadanos a pie de calle», afirmó la directora del festival.

Por otro, la poesía volverá a la Biblioteca porque, tal y como señaló Sánchez, «la poesía necesita arroparse de espacios». Así, la Sala Borbón-Lorenzana acogerá el recital poético «Debate de Poesía de orilla a orilla», en el que participarán los poetas, Liana Sakelliou y Mohamed Abid. «Vamos a llenar de poesía un espacio tan mágico como la Sala Borbón», aseguró el director de la Biblioteca regional.

Además, los pasillos y espacios de la misma estarán impregnados de poemas. Desde Emily Dickinson a Roberto Bolaño, pasando por Juan Ramón Jiménez o Alejandra Pizarnik, palabras «que uno nunca supuso que pudieran juntarse», como diría Federico García Lorca, compartirán hogar en el emblemático Alcázar de Toledo.

«Biblioteca solidaria»

Otro de los objetivos que anunciaron Martínez y Sánchez fue el de crear una gran catedral de libros en la plaza del Ayuntamiento. Un colectivo liderado por el poeta y antropólogo Ángel Arenas llevará a cabo la construcción del edificio.

Para conseguirlo, Juan Sánchez hizo un llamamiento para la donación de libros usados «con fines solidarios», pues, tras servir para construir el edificio, el destino final de las obras serán los centros de exclusión social, residencias de ancianos u hospitales.

Con todas estas medidas se pretende difundir un arte tan digno y antiguo como la poesía, ya que, como afirmó el poeta inglés Dylan Thomas, «el mundo no vuelve a ser el mismo cuando le agregamos un buen poema»