«El Juli» triunfó en Toledo
«El Juli» triunfó en Toledo - luna revenga
toros

El Juli las corta a pares en Toledo

Se lleva cuatro orejas del mejor lote y abre en solitario la Puerta Grande. Morante y Talavante, un apéndice

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En una tarde de Corpus calurosísima, por encima de los 30 grados, los toledanos acuden en masa y llenan su plaza de toros para ver a tres figuras del arte de torear. Julián López, «El Juli», es el que más suerte tiene y recibe el mejor lote. Lo aprovecha para triunfar y desorejar a cada uno de sus oponentes. Es el único en salir por la Puerta Grande. Peor les va a José Antonio Morante de la Puebla y Alejandro Talavante. Aún así logran una oreja de su segundo toro. Los bureles de Domingo Hernández y Garcigrande se dejan, son nobles, pero van muy justos de fuerza y casta. Apenas son picados. Curiosamente el de menos presencia, el 2º (único con el hierro de Garcigrande), resulta ser el que más aguanta en la muleta.

A Morante siempre se le espera porque nunca deja indiferente. Genial capotero, cuando «Chiflado» sale por toriles hay un murmullo de incertidumbre por lo que conseguirá hacer... pero Morante apenas se puede lucir a la verónica, el toro enseguida pierde las manos. Morante intenta resarcirse en el quite con más verónicas, algo mejores que las iniciales. En cuanto coge la muleta... ¡apaga y vámonos! En la primera tanda, el toro se cae dos veces, José Antonio cambia de mano, lo intenta por la izquierda y tampoco. Enseguida se va a por la espada. Lo mata a la segunda y hace uso del descabello. Silencio.

El cuarto es el de menos peso (470), un colorado anovillado, que también va justo de fuerzas. Sale suelto, pero cuando el genio de La Puebla del Río lo encela, le pega una docena de verónicas en los medios, rematadas con una media para ser la imagen del cartel del año que viene. El inicio de faena es muy torero con cuatro ayudados en tablas y José Antonio se lo saca al tercio con un improvisado farol, pero la obra enseguida se emborrona con las continuas caídas del toro de Domingo Hernández. Es una labor más de detalles que de conjunto en la que destaca algún natural a pies juntos y varios derechazos. Morante tiene que estar más pendiente de que no se caiga el animal que de sublimar el toreo. Falta emoción, claro, aunque la buena estocada le vale una oreja.

«El Juli» ya vino el año pasado a Toledo y salió por la Puerta Grande. Esta temporada estrena apoderado: Luis Manuel Lozano, precisamente uno de los empresarios de la plaza. El segundo toro, 485 kilos y el único con el hierro de Garcigrande, va justísimo de presencia. ¡Para ver toros hay que ir a Villaseca!, exclamará un amigo con muy mala leche al salir de la plaza, aunque lo cierto es que «Majadero» acaba resultando ser un buen toro. Bien Julián en el recibo a la verónica y mejor en el quite por chicuelinas entrelazadas con cordobinas. Será una faena de menos a más (al contrario que en su otro toro). Tras varias tandas de tanteo, con algún enganchón, en la tercera logra reunir los derechazos que finalizan con varios de pecho. Con la izquierda tiene un susto. Lo mejor llega con los cambios de mano, las luquecinas, que ponen en pie al respetable. Después de coger la espada, aún pega varias manoletinas y el toro sigue acudiendo cada vez que le cita. Una estocada le pone en las manos las dos orejas.

El quinto es un «Superviviente», que será el más aplaudido en el arrastre. «El Juli» lo saca a los medios y enseguida brotan los olés con varias tandas de derechazos. En la segunda, la muleta peina la arena y el toro va lamiendola. Con la izquierda vuelve a tener un susto. A mitad de faena, el toro parece agotado, saca genio y se va a tablas. Con el burel parado, «El Juli» le saca circulares muy jaleados, sobre todo uno que termina en un cambio de mano. Vuelve a estar certero con la espada y otras dos orejas, con ligera petición de rabo.

Alejandro Talavante es pura improvisación. El tercero parece tener más fuerzas y derriba al caballo. Es un manso de ley contra el que el torero lucha porque no huya a tablas. Inicia el trasteo con pases cambiados y estatuarios. En una tanda con la derecha logra que el toro haga el avión, pero le falta enjundia a la faena. Al final, el toro se raja y Talavante lo pincha, previo a una estocada con la que saludará una ovación.

El sexto empuja más que ninguno en el caballo e incluso acude otra vez cuando el varilarguero está a punto de salir del ruedo. La faena empieza muy emocionante con Alejandro de rodillas. Se atreve incluso a dar una arrucina de la que sale trastabillado y acaba la serie con dos de pecho. La gente en pie. Pero cuando parece que se puede armar un lío, la cosa decae. Varios enganchones y un toro que enseguida se refugia en tablas son los culpables. Vuelve a pinchar, pero al menos corta una oreja tras una buena estocada.

Ver los comentarios