«Toro»: el ruedo virtual

El mundo de los videojuegos está quizá algo viciado de fulgurantes fórmulas que son garantía de éxito. Los géneros de aventura en mundo abierto o «shooters» copan los principales lanzamientos. Pero siempre hay oportunidad para la experimentación, para recrear nuevas formas de juego y adaptar diferentes realidades que nos encontramos.

«Toro» es ejemplo de ello. La tauromaquia ya cuenta con su propia versión de los videojuegos. Estamos ante la Fiesta Nacional más virtual e interactiva, en donde el jugador se pone en la piel de un matador de toros. Desarrollado por la firma española Reco Technology, está disponible para PlayStation 4, Xbox One y PC.

Este título de estilo arcade propone enfrentarse a diferentes toros bravos, que conforme avanzamos van mejorando sus capacidades y resultan más difícil de superar el reto.

Pero el torero también es capaz de mejorar, dado que va desbloqueando pases y trajes, además de subir de nivel hasta el punto de tener la oportunidad de pisar diferentes plazas, como las emblemáticas Las Ventas (Madrid) o La Maestranza (Sevilla). Dejando de lado la simulación real, la compañía ha intentado mantener el equilibrio entre la ortodoxia taurina y el modo de jugabilidad en aras de hacer divertido un espetáculo de tales dimensiones y que está asociada a la cultura española.

La dinámica del juego es sencilla. Previamente, el jugador da forma con una herramienta de edición básica al torero y su traje, así como el nombre. Para ello, el jugador va acumulando fama, que sirve para acceder a ese contenido extra como trajes, tintes para la ropa. Aunque da la opción de realizar partidas rápidas, es recomendable aprender los comandos, que suelen ser bastante sencillos en su uso, y avanzar en la carrera, distribuida por niveles de dificultad.

Los eventos están divididos en tres fases (o tercios), en donde los jugadores pueden elegir y ordenar los pases disponibles en función del tipo de toreo a desarrollar. La primera parte, conocida como Tercio de Varas, permite al torero usar un capote sujetada con las dos manos y ejecutar pases como «verónicas» o «navarras». Una segunda parte, Tercio de Banderillas, propone marcar al toro con unas banderillas de madera, sin fallar, por lo que hay que acertar la sucesión de botones prefijada en pantalla antes de que se agote el tiempo. La tercera se conoce como Tercio de Muerte y, dado que el toro se mueve más lento, se torea con la muleta, más pequeña que un capote y sujetada solo con una mano.

El juego no ofrece detalles de sangre ni nada, por lo que apela a la mera diversión. El objetivo de cada corrida es ejecutar el mayor número de pases seguidos con precisión y superar las metas delimitadas previamente. Así, cuantos más pases seguidos se realizan el toro se frustrará más, con lo que la barra de ira aumentará. En caso de llenarse el animal intentará pillar al torero de cualquier manera, por lo que se activan secuencias «quick time event» para intentar salir airoso de la faena.

Otra barra, situada en la parte inferior derecha, mide la satisfacción del público, también importante para ganar puntos y crear un ambiente propio de una tarde de toros. Además, incluye una serie de minijuegos en el que el jugador se pone en la piel del toro y su misión es tratar de cornear al torero de múltiples y divertidas formas.