Probamos Samsung DeX, un «gadget» para convertir el móvil en un PC

Rapidez de transferencia y versatilidad son sus principales bazas, aunque ofrece demasiadas limitaciones todavía

MADRID Actualizado: Guardar
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La idea puede escribirse como el primer compás de la próxima sinfonía de la llamada era «post-PC». Un pequeño aparato que sirve de punto de acceso al ordenador. Tras explorar Microsoft algunas posibilidades con la función Windows Continuum, Samsung ha tomado prestado ese concepto para transformarlo en un «dock» llamado DeX Station que responde a un juego de palabras entre «desktop» y «experience». Es decir, un aparato que permite conectar el teléfono móvil de la marca a un teclado, monitor y ratón para realizar algunas tareas en pantalla grande.

El objetivo de este «gadget» se ve con rapidez, el trabajo. Y a partir de ahí son pocos los atractivos que se encuentran para satisfacer a un usuario medio que solo consulta cuatro o cinco aplicaciones diarias y reproduce, alguna que otra ocasión, una película o videoclip.

El sistema parte con ventaja porque está concebido para aprovechar la potencia del Galaxy S8, que no es poca y que es incluso equiparable a la de un ordenador convencional, incluso superándolo en muchas ocasiones.

Sencilla instalación

El dispositivo, de diseño minimalista y de reducidas dimensiones, tiene forma esférica y es muy discreto. Dispone de un puerto HDMI para conectarlo al monitor y dos puertos USB que sirven para conectar un ratón y teclado. Se enchufa a la red eléctrica mediante una clavija USB-C, que aunque viene incluída puede servir el mismo cable que se utiliza para cargar el «smartphone». Aunque dispone también de conexión Ethernet, lo más rápido y cómodo es conectarse a través del móvil a la red WiFi. En caso de disponer de periféricos inalámbricos, el sistema ofrece la posibilidad de conectarlos via Bluetooth.

Su instalación es rápida al igual que su transferencia. Una pequeña tapa se desliza y deja a la vista la clavija donde anclar el móvil a la base. El proceso es muy intuitivo y práctico. En cuestión de segundos se transfiere la información. El software arranca con relativa facilidad en su modo DeX, por lo que el usuario se encuentra con un modo de escritorio al estilo de Windows con el que utilizar pero bajo el sistema operativo Android, lo que quiere decir que para algunos usuarios le será útil mientras que para otros se quedará algo corto en sus pretensiones.

Ahí aparecen desde una barra de navegación y las aplicaciones básicas como un navegador de internet, la carpeta de imágenes, servicios digitales de Samsung y Google, así como una útil carpeta de archivos para gestionar los documentos fácilmente. Las «apps» nativas de ambas compañías funcionan de manera eficiente. No se puede decir lo mismo de otras de terceros pero de frecuente uso como Facebook, que no están totalmente optimizadas para utilizarlas en pantalla grande. No obstante, al contar con una navegador se puede acceder a ellas por otro camino y el resultado es más satisfactorio. No es lo mismo pero bueno, para el caso...

Dispone de una vista en multipantalla para navegar entre las aplicaciones abiertas. No nos podemos olvidar de que se está trabajando directamente sobre un móvil, con lo cual muchas tareas que requieren estar comunicado y mirar el terminal con asiduidad esta puede ser una solución tirando a cómoda. Pero, indudablemente, para otras actividades como edición de video o foto no está lo suficientemente preparado. La idea transversal es trabajar en la nube, que sea otro de los caminos hacia la informática del futuro. Es posible, también, activar un modo espejo, por lo que la pantalla vertical del terminal aparecerá en el monitor.

El sistema también permite utilizar atajos de teclado para trabajar sobre varios documentos al mismo tiempo, pasar de una «app» a otra fácilmente, deshacer errores, fijar las «apps» frecuentes en la pantalla de inicio o arrastrar y soltar múltiples ficheros al mismo tiempo. El usuario obtiene una alta seguridad para los datos con la plataforma Samsung Knox y la posibilidad de crear una carpeta segura que precisa de contraseña adicional para acceder a ella. Aun con el «smartphone» conectado a DeX se pueden seguir utilizando las funciones principales del teléfono, como llamadas -a través del altavoz del teléfono o los auriculares Bluetooth-, mensajes de texto y ajustes -accesibles desde la barra de tareas del monitor-.

Indudablemente, no es perfecto. Tiene sus limitaciones como la resolución extraída que, aunque ajustable, no está lo suficientemente equilibrada para obtener un resultado excepcional, al igual que la falta de funciones más avanzadas y pensadas para el diseño. Su manejo es sencillo y parte de la idea de ser útil y práctico, que lo es, y más si se trabaja en un entorno en la nube o se realizan tareas sencillas como la toma de anotaciones o se utilizan algunos servicios de ofimática. ¿Quiere decir eso que estamos ante el futuro de los ordenadores? Tal vez es pronto para afirmarlo, pero sin duda es un camino interesante que aprovecha las prestaciones de un aparato que llevamos cada día en el bolsillo y que, por supuesto, son miniordenadores. No nos olvidemos de ello. Precio: 149 euros.

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